“Siniestro Total: El último concierto. Cuarenta años sin pisar la Audiencia Nacional” será una fiesta agridulce. Por un lado, volveremos a ver a Miguel Costas como parte de Siniestro Total, algo que los seguidores de la banda llevábamos esperando casi treinta años, desde que saliese de sus filas en 1994. Fue, junto a Julián Hernández, la cabeza visible de la época dorada de los vigueses, aquella en la que se atrevieron continuamente a pisar la línea roja sin ponerse ni colorados, con canciones tan indefendibles a día de hoy como “Hoy voy a asesinarte” o “Ayatolá”. Quienes, por cuestión de edad, no pudimos ver con nuestros propios ojos la perpetración de “Ante todo mucha calma” (su legendario disco en directo, grabado en Valencia a finales de 1991 y editado al año siguiente) nos quitaremos al fin la espinita.
Por otro lado, asistiremos a lo que supone el final (al menos, de los escenarios) de una banda irrepetible, capaz de seducir a varias generaciones con su insolente irreverencia y su eclecticismo sin ningún tipo de consejos. Nada volverá a ser lo mismo, y aunque los años pasan sin perdón y el rock envejece sin remedio, no deja de doler. Julián Hernández (miembro fundador) y Javier Soto (guitarrista desde 1985) nos desvelan los detalles de este canto de cisne.
“Siniestro Total: El último concierto. Cuarenta años sin pisar la Audiencia Nacional” supone vuestra despedida de los escenarios. ¿Cuál es la razón? ¿En qué momento lo decidisteis? ¿Ha influido la crisis sanitaria?
(Julián Hernández) El parón de dos años la verdad es que ralentizó todo mucho. Porque una de las cosas que funcionan probablemente sea la inercia. Hace poco El Gran Wyoming, que iba por ahí con sus chicos de Última Experiencia, Los Insolventes y tal, dijo que una vez perdida la inercia que se apeaba del asunto. Lo que pasa con esto es que, efectivamente, dijimos “cerramos aquí el chiringuito” y cerramos todo un ciclo. Pero bueno, son los escenarios, la furgoneta básicamente. Luego queda mucho trabajo por hacer, la discografía y todas esas cosas.
"Hombre, lo suyo sería ya puestos a tirarnos el moco, hacer algo como lo que hacían Yes, un disco triple" [risas]
La primera pista la disteis el pasado diciembre, cuando subisteis un vídeo ensayando con Miguel Costas “Tipi, dulce tipi”. Alimentó la esperanza de que volvía al grupo tantos años después. ¿Vuelve como miembro oficial, o va a ser algo puntual para este concierto?
(Javier Soto) Hombre, ya es puntual, porque no va a haber otro más. En el momento que grabamos ese vídeo todavía no teníamos decidido que iba a ser el último concierto.
(Julián Hernández) Miguel, técnicamente, es un invitado. La idea era celebrar el cuarenta aniversario, llamar a la gente viva o disponible del grupo y que viniera a celebrarlo con nosotros. Miguel tiene más margen, más territorio que otros. Sobre todo los bajistas, que son los que van a estar ahí, Segundo Grandío, Alberto Torrado… Una cantidad de bajistas, que cae una bomba ahí y se queda España sin bajistas [risas]. La historia es esa, invitados del grupo y el cuarenta aniversario. Que ya está bien, cuarenta añitos…
Al principio iba a ser un único concierto, aunque se ha doblado a dos ante la demanda de entradas. ¿Os pilló por sorpresa que se acabaran en una semana?
(Javier Soto) Sí, la verdad es que bastante. Estábamos bastante temerosos de cómo podría salir esto, así que ha sido una grata sorpresa.
(Julián Hernández) Básicamente es la mayor cantidad de entradas que vendemos en nuestra vida [risas].
(Javier Soto) Con más público pudimos hacer conciertos, pero con más entradas no hicimos ninguno, eso seguro.
(Julián Hernández) Luego el Wizink, inmediatamente cuando vendió eso nos reservó el día siguiente, lo hicieron por su cuenta, dijeron: “Para vosotros”. Dos ya nos parece una exageración, pero al parecer la venta del segundo día también va muy bien, entonces que sirva para la gente que no podía estar el primero. Sobre todo porque es sábado, y a mucha gente que no sea de Madrid el sábado le va a venir mucho mejor. Pero es una sorpresa desde luego.
(Javier Soto) También es una casualidad, porque el sábado en principio ya estaba reservado pero se cayó lo que había. Nosotros solo teníamos para el viernes.
¿Os habéis planteado una gira en algún momento o desde el principio habéis dicho: un único concierto y se acabó?
(Julián Hernández) Esa es la idea. Ya ponemos último concierto con lo que si hiciéramos una gira ya estaríamos… Bueno, hay ciertas teorías conspirativas de que ya tenemos organizada una gira secreta. No sé por dónde, será por los subterráneos, por el metro. La gente tiene una imaginación estupenda. Lo que pasa con esto es que es difícil de creer, porque todas las despedidas son como lo de Antoñete, que se retiraba de los ruedos y volvía no sé cuántas veces. O como Los Suaves… [risas].
O Scorpions, o tantos otros…
(Julián Hernández) Scorpions otros, sí. La despedida de un grupo de rock ya no es creíble, pero no podemos hacer nada. Nos vais a tener que creer, no tenemos otra opción [risas].
El lugar elegido es el Wizink Center de Madrid, ¿era el que más se prestaba a las características del evento?
(Javier Soto) Ya lo teníamos reservado de antes de decidir que iba a ser el último, para celebrar el cuarenta aniversario.
(Julián Hernández) La reserva nos condiciona para esto. Pues hombre, que sea central para que se pueda acercar más gente en realidad. Pero no fue una historia de que dijéramos: “¡Nos vamos a Madrid como sea!”. Ha sido una casualidad.
"Lo que más palo da de ir en solitario es que aparezca tu nombre. Eso es horrible" [risas]
Además de Costas, van a estar todos los demás ex miembros de la banda. ¿Quiénes, qué canciones se van a tocar, cómo la vais a organizar…?
(Julián Hernández) Uff, ese es el problema, organizar [risas].
(Javier Soto) No va a estar Ángel González, que es el único miembro vivo que faltará, por enfermedad.
(Julián Hernández) Estarán Miguel Costas, Alberto Torrado y Segundo Grandío, no faltará nadie más. Bueno, faltaría Germán Coppini, que de alguna manera estará en el concierto sí o sí.
Esa era justo mi siguiente pregunta, me imagino que recordaréis a Coppini de algún modo…
(Julián Hernández) Sí, no queda más remedio, por muchísimas razones. También porque fue el primero de nosotros en caer. Fue tremendo lo de Germán. Escribió muy pocas canciones para Siniestro, pero sí que haremos alguna canción suya. Y lo de los bajistas ya veremos, porque estamos aún en negociaciones filarmónicas con ellos.
¿Cómo habéis construido el repertorio? Repasará todas las etapas de Siniestro imagino…
(Julián Hernández) No queda más remedio. No es la presentación de un disco, no es un concierto específico de una cosa… En cuarenta años, añadir canciones a un repertorio es muy complicado, pero empezamos a hacer una lista y la verdad es que menos de cuarenta no van a ser. Los Rolling Stones solo llegan a veinte en un concierto. Lo digo para hacernos una idea de las proporciones. Pero Ramones hacían treinta o cuarenta canciones en una hora [risas].
Siendo un concierto tan especial, ¿se registrará de algún modo para editarse después como disco en directo? Doble CD+DVD…
(Julián Hernández) Pues algo así. Hombre, lo suyo sería ya puestos a tirarnos el moco, hacer algo como lo que hacían Yes, un disco triple [risas]. En vinilo no va a caber, y el CD está desaparecido ya en la práctica. Bueno, el disco de despedida de Los Enemigos en directo fue un vinilo triple creo. Tengo que mirarlo.
Lo comentabais antes, que supone vuestra despedida de los escenarios, pero no el fin de Siniestro Total. ¿Qué va a haber después de este concierto? ¿Vais a seguir grabando discos, va a seguir teniendo actividad el grupo…?
(Julián Hernández) La discografía ya por sí sola es una historia. Reediciones y tal… Es complicado al haber pasado por varias discográficas. También hay cosas que probablemente valga la pena editar, maquetas y estas cosas. Vamos a intentar no caer en meter 300.000 porquerías a costa de lo que sea, porque es apabullante. Como estar sacando giras enteras, un concierto tras otro, eso es una locura. Eso por un lado, luego es verdad que el merchandising tiene un peso muy gordo en la historia de Siniestro, las camisetas y todas estas cosas. Y tenemos una editorial también, con la parte gorda del repertorio, que son canciones que hay que cuidar y están ahí. Hay muchas cosas que hacer, como The Beatles, aunque en aquella época se vendían discos y ahora no, pero bueno, se pueden vender otras cosas [risas].
Y vosotros, ¿qué haréis? ¿Seguir en solitario? ¿Tenéis cosas en la cabeza?
(Javier Soto) Yo no tengo nada pensado. Solo no, que me da miedo. Cosas habrá me imagino. Yo me dedicaré a la música, es lo único que sé hacer. Sigo con Os Resentidos, y ya veremos.
(Julián Hernández) Lo que más palo da de ir en solitario es que aparezca tu nombre. Eso es horrible [risas]. De hecho, Josele Santiago al principio quería llamarse El Maestro Pocero. Le dijeron que se pusiera Josele Santiago y es verdad. La marca Josele es muy buena, pero la gente que tenemos apellidos vulgares…
¿Algo que añadir?
(Julián Hernández) Muy agradecidos y muy contentos, encantados con la respuesta de la gente. Nadie puso pegas por el precio, 40 euros o así más gastos, que para los estándares de Siniestro Total… Hombre, hay cosas por ahí que son más caras. El WiZink pone unos márgenes que no te dejan bajar de ahí, así que la entrada ha quedado lo más ajustada que se podía.
Digamos que se ha estandarizado lo de los 40 euros por un grupo nacional en sitio grande. Y además todo el mundo quiere veros por última vez, yo incluido…
(Julián Hernández) Bueno, todavía no hemos llegado al final. ¡No adelantemos acontecimientos!
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