"Ya no dormimos en pisos de extraños"

El mundillo de la música underground  nunca ha sido del todo justo con Melvins. El grupo comandado desde los tempranos 80's por el guitarrista y cantante Buzz Osborne, lleva 40 años atronando cada paraje de sus giras y dando algo nuevo en el  estudio.

Apoyados por Ipecac Recordings desde más de la mitad de su existencia, la banda  actuará en el Azkena Rock el 17 de junio. Allí presentarán “Bad Moon Rising” (2022) más una buena muestra de su  colección de hits. Auténticas joyas apreciadas por el público especializado. “¡Han sido 40 gloriosos años luciendo raro y haciendo un gran escándalo! Estoy feliz de que nos hayamos mantenido firmes y nunca nos hayamos rendido. Estamos agradecidos de tener una base de seguidores leales que sigue creciendo. Por cierto, ¡estoy emocionado por esta nueva gira! Ha pasado mucho tiempo desde que fuimos por última vez a España. Va a ser genial y no puedo esperar!”, resume con entusiasmo el baterist Dale Crover sobre la actualidad de la banda.

"Cualquier cambio en nuestro sonido fue por necesidad y es lo único con lo que puedes contar. Va a suceder te guste o no"

En el previo de este nuevo tour que los llevará por Europa y EEUU en más de 40 shows, Crover recopila recuerdos sobre cómo fue girar en los comienzos del grupo y en la actualidad “Viajar hoy es más cómodo de lo que solía ser. Ya no dormimos en pisos de extraños o en la furgoneta. A la gente le seguimos gustando y no está confundida. Bueno, probablemente sí lo estén, ¡pero les gustamos igual! (risas). En definitiva lo nuestro es el arte de la performance; somos una panda de inadaptados (nota: usa el término “misfits”) ¡pero sin las pintas diabólicas, los tatuajes, ni los músculos! "(risas).

En cierto sentido, y haciendo uso del paralelismo casual, Melvins siempre se  desafiaron a sí mismo de una forma mucho más audaz que una banda con un enfoque  más bien lineal como el de Misfits. "Cualquier cambio en nuestro sonido fue por necesidad y es lo único con lo que puedes contar. Va a suceder te guste o no. Sólo tienes que ir con él”, cuenta el baterista como intentando explicar un ADN que caló hondo en más de una generación de músicos y fans. No hay que olvidarse que, entre otros hitos, Buzz Osborne fue mentor musical de Kurt Cobain, que Crover fue baterista de Nirvana y que a Melvins se les responsabiliza por haber creado el grunge y el stoner aún sin haber sido nunca exactamente una banda de esos géneros. “¿Lo de experimentar? Ah, creo que sucede de forma bastante natural. Las necesidades de la música son realmente lo que dicta cualquier experimentación a suceder, definitivamente van de la mano para nosotros”. Y hablando de experimentar, Crover -un fan confeso de artistas como David Bowie, Elvis y The Stooges, Kiss- ha hecho de todo en su carrera: “Incluso hay muchísimas cosas que hice y nunca llegaron a ver la luz del día. Véte tú a saber si algún día lo harán… algunas de esas movidas son muy buenas. También me pasan cosas como con el disco de Peeping Tom (proyecto hip hop de Mike Patton de Faith No More) en el que toqué y me divertí muchísimo haciéndolo, pero lo escucho y no reconozco del todo mis partes”.

Esa característica de celebridades marginales que Melvins parecen cargar con orgullo trae a la memoria un lúcido comentario de Angelo Moore de Fishbone en el documental “Everyday Sunshine: The Story of Fishbone”, en el que el cantante dice que su banda, también muy influyente como Melvins, es del selecto grupo de los “famosos pero no ricos”. Crover ríe al escuchar el concepto y luego de asegurar que los Descendents también son una banda en que podría entrar en esa “categoría”, asevera que “¡Es cierto! Ninguno de nosotros tiene una tarjeta de crédito potente! Y eso está bien ¡No escucharías ni pío de nuestra parte si estuviéramos forrados, por cierto yo no estaría aquí ¡Jajajaja!”