“Se nos da muy bien vivir y crear en la precariedad”
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“Se nos da muy bien vivir y crear en la precariedad”

Xavi Sánchez Pons — 23-05-2019
Fotografía — Archivo

Hidrogenesse están de vuelta con “Joterías bobas” (Austrohúngaro, 19), nueva cima del pop de autor estatal y un disco de pop electrónico lleno de frescura, instantáneas costumbristas, hits de culto, mitomanía mexicana y ritmos maquinales. Al habla con Carlos Ballesteros y Genís Segarra, que presentarán su disco oficialmente este viernes 24 (Barcelona, Luz de Gas), dentro del ciclo CurtCircuit.

Me gustaría que me explicarais de dónde proviene vuestra fascinación por México, un país que ha sido la fuente de inspiración principal del nuevo disco. De hecho, también me gustaría saber si antes de visitarlo ya os gustaba todo lo relacionado con el país centroamericano…
Pues nos gustaban las canciones de Los Panchos, pero no sentíamos especial atracción por México. Nos parecía lejano y alejado de nuestro mundo, y peligroso también. Esa idea empezó a cambiar cuando en 2009 fuimos a tocar a Estados Unidos y el público era siempre latino, claro, y en su mayoría eran mexicanos o hijos de mexicanos, y nos decían que era muy extraño que estuviéramos por ejemplo en Chicago y nunca hubiéramos ido a México, que lo natural es que fuéramos a México. Algo cambió en nuestra mente al conocer a esos mexicanos en Estados Unidos, y ese mismo año se nos dio la oportunidad de ir a tocar a Tijuana, Monterrey y Ciudad de México. Nos encantó el país y la gente que conocimos, y nos enamoramos de la Ciudad de México. Desde entonces sólo pensamos en volver una y otra vez. O sea, no fue como esa gente que es fanática del anime y por fin viaja a Japón. Nosotros nos enamoramos de México al conocerlo.

"Hacía muchos años que no usábamos el sampler como herramienta creativa, y esta vez es muy protagonista en todas las canciones".

En relación a la pregunta anterior, hace nada habéis estado una temporada en México haciendo conciertos y performances... ¿Nos podéis hacer un resumen de cómo ha ido? ¿Algún highlight que os gustaría destacar?
Ha sido una experiencia fabulosa y nos dio mucha pereza volver. No sólo hemos hecho conciertos en varias ciudades, también hemos terminado en México el diseño del nuevo disco y preparado el lanzamiento de vídeos y adelantos. Y lo más guay: hemos participado en la creación de un espectáculo llamado "Salón Talismán", ideado por Arturo Lugo, un artista que nos propuso montar un cosa híbrida entre la danza, el performance y la música, con bailarines, escenografía, vestuario, todo medio inspirado en el cine de rumbaras (vedettes) y sus espectáculos en los salones (cabarets) de los años cuarenta y cincuenta. Ha sido genial todo el proceso. Lo estrenamos en Guadalajara (Jalisco) y lo repetimos en Ciudad de México después. Esperamos poder repetirlo, incluso traerlo a España.

“Joterías bobas” es un álbum con motivos mexicanos grabado en París. Me encanta la mezcla, ¡tiene hasta un punto exótico en el concepto! ¿Qué ha aportado París al disco?
No sabemos si París aportó algo propio al disco, pero seguro que sí, porque en estos últimos años hemos ido muchas veces a Francia, y no solo a París: hemos pasado temporadas en la campiña francesa también, donde acabamos de escribir todas las letras del disco. Por no hablar del cine clásico francés que nos ha atrapado estos últimos años. Todas esas películas de los años treinta y cuarenta en las que nos sentimos como en casa. Algo de francés tiene este disco seguro, pero no sabemos qué.

Tengo entendido que “Joterías bobas” lo grabasteis con instrumentos ajenos, vamos, con aparatos de otro músico-productor amigo vuestro. Creo que eso da frescura a un disco que suena cien por cien Hidrogenesse, sigue habiendo glam, Klaus Dinger y Kraftwerk, pero que a la vez es diferente a vuestros álbumes anteriores. Me parece muy interesante la idea de ponerse en los zapatos de otro para lograr un nuevo sonido, o complicarse un poco la vida para encontrar nuevos caminos…
Mira, surgió de casualidad. Se nos dio la oportunidad de convertir unas vacaciones de diez días en París en la grabación del disco. Primero tuvimos que preparar lo que íbamos a grabar, cerrar diez canciones y tenerlas preparadas, con las ideas muy claras y un plan de trabajo. Todo lo contrario a nuestro método habitual, que siempre ha sido sentarnos en nuestro estudio y probar cosas para una canción a ver qué sale y luego otras para otra canción, sin ninguna meta y sin horarios ni calendarios, con todo el tiempo del mundo para ir amontonando arreglos, y sin mucha coherencia entre una canción y otra. Al trabajar con un plan, todas las canciones son más coherentes a nivel de sonido: comparten instrumentos, arreglos y una idea común. Además, usar los instrumentos de otro estuvo muy bien. Por ejemplo, samplear. Hacía muchos años que no usábamos el sampler como herramienta creativa, y esta vez es muy protagonista en todas las canciones.

Me gustaría preguntaros sobre los cacharros que habéis utilizado para grabar el disco, como el sampler que mencionáis. Cada uno de vuestros álbumes está caracterizado por alguna técnica o aparato, sea analógico o digital…
Los instrumentos más usados en este disco son: (1) un sampler Emulator II+ de los ochenta con una colección de muestras en floppy disc que usamos en muchas canciones, los “orchestral hits” que hacen “chan” y unas personas que dicen “bom”, y (2) un Variophon: un sintetizador rarísimo desarrollado en una universidad alemana en los setentaque quiere imitar instrumentos de viento y para conseguirlo tiene un tubo en el que tienes que soplar para que suene.

"Siempre decimos que nuestra inspiración es siempre la realidad, lo mundano. Pero es verdad que las películas y los libros también nos dan ideas".

Una de las cosas que me alucinan de “Joterías bobas” es que volvéis a convertir la anécdota y lo costumbrista en arte y, valga la redundancia, no hay nada más artístico que eso. La canción “Claro que sí”, que da título al álbum, es un ejemplo perfecto, o la divertidísima “Brujerías jotas”. ¿Qué os inspira más a la hora de crear, lo mundano, lo intelectual, o una mezcla de las dos cosas?
Siempre decimos que nuestra inspiración es siempre la realidad, lo mundano. Pero es verdad que las películas y los libros también nos dan ideas o fórmulas para hacer nuevas canciones. “Xochimilco” está basada en la película mexicana “María Candelaria” (1943), aunque hable también de la situación actual de ese lugar. “La cita” y “La carta exagerada” también tienen inspiración literaria aunque nos sirvan para hablar de actitudes y de personas que hemos conocido...


Y ahora una pregunta que suelo hacer a la mayoría de artistas que no son mainstream, ¿la música os da para vivir o tenéis que hacer otros trabajos para manteneros a flote?

Pues los conciertos, los discos, el publishing, todo sumado, y llevando una vida austera, podemos pagar el estudio donde grabamos y ensayamos. Es muy importante el ahorro, no gastar, y no endeudarse. Nunca hemos pedido un préstamo o un crédito. Se nos da muy bien vivir y crear en la precariedad.

Por cierto, lleváis ya más de dos décadas haciendo música juntos. Si los Hidrogenesse del presente pudieran hablar con los del pasado, qué consejo les dirían?
Les daríamos el consejo que le damos al personaje de “La carta exagerada”: que abran la puerta y salgan, que muevan esos culos, que no sean tan rancios ni tan tímidos, ¡qué la gente es muy maja en general y vale la pena salir afuera!

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