“No es nuestra labor adoctrinar a nadie, no hicimos el grupo para eso”
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“No es nuestra labor adoctrinar a nadie, no hicimos el grupo para eso”

Salomé Lagares — 11-03-2022
Fotografía — Alejandro Madrid

Las cosas han ido a toda velocidad. En apenas unos meses y gracias a canciones como “oh boi”, “Vicente amor” o “La kiero a morir” shego se han convertido en uno de los grupos con más futuro de la nueva escena independiente. El año pasado publicaron el EP “tantos chicos malos y tan poco tiempo” (Ernie, 21) y ahora acaban de lanzar una versión en castellano del “Paul” de Big Thief.

Cuando Raquel Cerro y Maite Gallardo decidieron formar una banda y poco después se les unieron Irene Garrido y Aroa Elvira, no se imaginaban que rápidamente acumularían cientos de miles de reproducciones en Spotify y darían conciertos por todo el país. A pesar de que shego solo acaban de empezar, ya se perfilan como uno de los grupos más prometedores de la escena nacional emergente. Con un sonido que fluye entre el pop, el lo-fi, el rock electrónico y el alternativo y letras que equilibran perfectamente mordacidad y vulnerabilidad, el cuarteto es un ejemplo de que uno de los ingredientes de la receta del éxito siempre es mantenerse fiel a uno mismo.

Acabáis de salir de un 2021 cuando menos intenso, e innegablemente un momento definitorio en vuestras carreras. Hace casi exactamente un año se anunciaba que os uníais a Ernie Records, y desde entonces habéis sacado vuestro primer EP, ”tantos chicos malos y tan poco tiempo”, y tocado en Madrid, en Barcelona y participado en el Monkey Week. ¿Lo habéis procesado todo ya?
(Raquel) Justo se lo recordé a Maite el otro día, le dije: “El año pasado estábamos en The Living Room y hemos terminado 2021 tocando en La Riviera”. Si realmente nos paramos a hacer un balance, te preguntas “¿Qué cojones ha pasado?”.
(Aroa) Pero yo he empezado a procesarlo todo ya, la verdad. Obviamente son oportunidades que no pensábamos que íbamos a tener, pero intento no endiosar lo que nos está pasando, ahora lo siento más como un trabajo. Estoy tan enfocada en sacar adelante lo que está por venir que necesito haber procesado lo anterior para hacerlo.
(Irene) Exacto. Si ya vamos con el tiempo justo para llegar a todo, no nos da para recrearnos.

"Somos cuatro personas hasta cierto punto reivindicativas y eso es con lo que se quedan los medios"

¿Cuáles han sido los mayores retos de esta etapa introductoria?
(Maite) Creo que estamos aprendiendo cómo funcionar. No somos una banda que lleve cinco años preparándose, sino que nos hemos ido formando a medida que nos ha ido saliendo trabajo. Uno de los grandes retos ha sido compaginar nuestra vida fuera del grupo con las necesidades del grupo y también con llevarnos bien como amigas y dedicar tiempo juntas a cosas que no sean shego.

Al fin y al cabo tenéis una banda juntas, pero sois amigas primero. Todos estos cambios también deben pesar sobre vuestra relación personal.
(Maite) Sí, nos ha pasado a Raquel y a mí este año, hemos tenido que obligarnos a quedar para hacer algo que no sea música. Es complicado, si no encuentras el equilibrio se te va todo a la mierda. Pero creo que lo estamos consiguiendo.

¿Qué os ha parecido este primer chapuzón en la industria? ¿Os sentís cómodas y satisfechas? ¿Creéis que realmente se ha hecho espacio a las mujeres y a las personas con identidades disidentes?
(Aroa) Yo no creo que se haya hecho un espacio, creo que nos hemos abierto un camino a golpes, pero nadie está cediendo huecos voluntariamente.
(Irene) En poco tiempo te das cuenta de quién tiene el dinero, quién controla los medios, pero al fin y al cabo acabamos de llegar, así que intentamos que no nos coma la moral. Siempre lo decimos, pero no queremos darle muchas vueltas a cómo está el panorama, preferimos centrarnos en hacer música y ser lo mejor que podamos.

Se os ha definido frecuentemente como una propuesta musical feminista, principalmente porque firmáis canciones como “Vicente Amor”, en la que caricaturizáis un arquetipo de “aliado” que lo único que busca es alimentar su ego y llevarse a chicas vulnerables a la cama. Pero ya habéis dicho que vuestras aspiraciones como banda no son pedagógicas ni necesariamente reivindicativas, que simplemente retratáis vuestras realidades. ¿Creéis que, a pesar de que no sea vuestra intención, lo que hacéis es inherentemente algo feminista? ¿Os molesta que se añada esa coletilla o más bien os da igual?
(Irene) No nos molesta para nada, pero sí es verdad que a veces la gente nos pregunta en exceso por este tema y quizá preferiríamos hablar sobre otras cosas. Nos gustaría que no fuera necesario que nos adjudicaran esa etiqueta, pero somos conscientes de que si en privado tenemos una forma concreta de ver las cosas es inevitable que se acabe reflejando en lo artístico.
(Aroa) Que nosotras existamos es algo político en sí, y eso lo entendemos y estamos de acuerdo con ello. Lo que nos cansa es que se nos reduzca solo a eso.

¿Existe una tendencia a diluir o simplificar como “activismo” lo que hacen algunos artistas por pertenecer a ciertos colectivos?
(Aroa) Sí, es lo más directo y fácil ahora mismo. Somos cuatro personas hasta cierto punto reivindicativas y eso es con lo que se quedan los medios.
(Irene) Y es algo que no te permite legitimar del todo tu trabajo creativo. Tal como están las cosas, es más sencillo hablar de shego como un grupo feminista que hacernos una crítica constructiva o tener una conversación con nosotras sobre nuestras ambiciones creativas.
(Maite) Hemos sacado seis canciones, una de ellas tiene ese punto más reivindicativo y resulta que ya nos hemos ganado ese título para siempre. Si por casualidad nos apetece hablar de estas cosas, genial, pero no es nuestra labor adoctrinar a nadie, no hicimos el grupo para eso.

Habéis declarado que shego no sois un monolito, y que en la banda conviven discursos y perspectivas diferentes. A la hora de publicar material y de presentaros como grupo, ¿cómo lo hacéis para coordinar esta posible disparidad de ideas?
(Irene) Lo estamos descubriendo, ¿no?
(Raquel) Al final las decisiones importantes las tomamos siempre entre las cuatro sabiendo que tenemos que encontrar un lugar común.
(Irene) Estamos muy dispuestas a ceder, a entender si alguien quiere hacer o no hacer algo. Conseguimos negociar bastante rápido.

¿Y en cuanto a vuestros propios estilos musicales? Todas escribís y tanto Irene como Aroa tenéis proyectos en solitario, que no es que sean contradictorios con shego pero sí algo distintos. ¿Compartimentáis en vuestros procesos creativos, hay cosas que escribís pensando a nivel individual y otras más en shego?
(Aroa) Últimamente a mí me cuesta mucho separarlo. Por ejemplo, estas semanas que hemos estado escribiendo más intensamente para el disco cuando me iba a casa y me ponía a hacer cosas mías acababa diciendo: “Joder, esto es shego”. Pero en general, cuando compongo veo casi de forma instintiva cuando algo es para mí y cuando es para el grupo. La diferencia está muy clara, tienen incluso lenguajes distintos. Si realmente quisiéramos todo podría adaptarse, pero cuando me apetece hacer cambios libremente sé que no es para el grupo, porque hay más opiniones a tener en cuenta.
(Irene) A nivel sonido y referencias yo compartimento bastante: escucho muchas cosas y las separo según el proyecto con el que mejor me encajan porque es algo que suelo hacer. Siento que en mi vida llevo una línea interna de investigación imaginaria a la que voy añadiendo ideas. También depende de si nos puedo imaginar juntas encima del escenario. Cuando algo me inspira, si rápidamente nos veo tocándolo en formato banda entonces sé que funcionaría mejor así.

Hablando de vuestros proyectos en solitario, ¿es complicado gestionar ambas cosas a la vez? ¿Habéis tenido que priorizar en algún momento?
(Aroa) Es muy complicado, la verdad.
(Irene) Justo estoy bastante sobrepasada porque estoy intentando terminar unas canciones en solitario que me gustaría sacar y se me ha juntado con el proceso de ultimar el disco. Mucho tiene que ver con cómo me organizo el tiempo, pero como ambas son situaciones que me provocan estrés me está costando horrores enfrentarme psicológicamente a las dos cosas. Lo más importante es saber separar los procesos porque sino no terminas de estar presente en ninguno.

"El grupo empezó con la idea de tener un sonido muy concreto y a medida que íbamos escribiendo nos dimos cuenta de que no queríamos ser solo una cosa"

Formáis parte de un momento de ebullición de la industria musical española, de la proverbial “nueva ola” que da título a una de las canciones de vuestro EP. ¿Qué creéis que es lo que mejor define este período actual y qué es lo que más os gusta de poder participar en él?
(Raquel) Que es muy fácil conocer a otras personas con proyectos propios. Cuando Maite y yo conocimos a Irene en 2019 y empezamos a salir juntas nos dimos cuenta de que todo el mundo estaba haciendo música, es genial poder compartir esta experiencia con más gente.
(Irene) También es una burbuja, es complicado saber con exactitud qué está pasando y sobre todo cuánto va a durar. Al fin y al cabo somos muchos haciendo cosas y no todo puede salir siempre adelante. Mientras tanto, lo divertido es aprovechar, conocer gente y aprender de aquellos que tienen ganas de ayudar, que son muchos. Entre artistas nos echamos un cable a menudo.

Vuestros lanzamientos hasta ahora han sido una mezcla de pop, punk, rock electrónico, lo-fi… ¿Ha sido un eclecticismo premeditado o ha surgido de forma orgánica?
(Raquel) Yo siento que es algo que ha ido fluyendo porque hasta ahora hemos querido experimentar, ver qué nos apetece más hacer.
(Maite) El grupo empezó con la idea de tener un sonido muy concreto y a medida que íbamos escribiendo nos dimos cuenta de que no queríamos ser solo una cosa. Lo que escuchamos es tan diverso que no tiene sentido sonar solo de una manera, podemos intentarlo todo.

¿Cómo ha cambiado vuestro proceso de composición desde que fundasteis el grupo a ahora que estáis confeccionando vuestro primer álbum?
(Aroa) Está cambiando constantemente. Las canciones que hemos sacado hasta ahora son principalmente de Maite y Raquel. Las trajeron muy formadas e Irene y yo les dimos el toque de la banda con el bajo y la batería. Ahora estamos intentando que sea un trabajo más en equipo.
(Irene) Hemos empezado a componer desde los acordes, dejando macerar las cosas unos meses e incluyendo ideas más espontáneas, intentando acercarnos a lo mismo desde otros caminos.

En “la kiero a morir” la idea original era acercaros a un sonido más urbano, pero al final acabó encargándose Maria Blaya de la producción y el tema tomó forma de rock alternativo. ¿Todavía os gustaría hacer una canción con elementos urbanos?
(Aroa) Ojalá, nos encantaría. A todas nos gusta mucho la música urbana.
(Maite) En principio “la kiero a morir” nació porque estábamos obsesionadas con la música de Sen Senra y el staccato que hace con la voz y queríamos usar algo así, más trap, y escribir un tema de ese estilo. Finalmente salió otra cosa distinta que también nos gusta, pero nos apetecería mucho meter una canción así en el nuevo disco, que va a tener un poco de todo.

“Pablo”, vuestro último sencillo, es una adaptación al castellano que Maite e Irene hicisteis de “Paul” de Big Thief. Irene, tú ya publicaste tu versión en castellano de Norman Fucking Rockwell! de Lana del Rey. ¿Sueles traducir temas que gustan?
(Irene) En realidad solo lo he hecho con esas dos canciones y fue más o menos a la vez, antes de la pandemia. Dio la casualidad de que en estos dos temas me encajó todo. Luego lo intenté con alguna canción más pero nada que me saliera demasiado bien… Pero bueno, tampoco hay que forzar estas cosas. Cuando tradujimos “Paul” yo ya tenía la versión de Lana del Rey pero ni siquiera se la había enseñado a ellas porque nos acabábamos de conocer. Era la segunda o tercera vez que nos veíamos, estábamos en casa de Maite… Ya habíais empezado vosotras a traducirla.
(Maite) Sí, yo tenía una parte hecha y le propuse a Irene terminarla. Raquel también tenía que venir pero estaba en Alcalá y llegó más tarde, y para entonces ya estaba acabada.
(Raquel) Solo os faltaba una frase del final.

¿Por qué habéis optado por una versión como siguiente single? ¿Qué tiene esta canción en particular que conecte tanto con vosotras como banda?
(Maite) Llevamos tocándola mucho tiempo, desde el principio, y eso influye bastante… A mí se me olvida que es una versión. Y además a la gente le suele gustar, luego nos la piden, nos escriben mensajes por Instagram diciendo: “¡A ver si grabáis esta!”.
(Raquel) Y yo la disfruto mucho en directo, me encanta tocarla.
(Maite) Es una canción aparentemente simple pero muy intensa, muy desgarradora.

¿Quiénes son vuestros letristas de referencia?
(Irene) Bad Gyal
(Aroa) ¡Y tanto!
(Maite) La número uno.
(Irene) Y luego cada una tiene sus cosas más particulares.
(Aroa) La verdad es que yo soy súper clásica en esto, me da hasta vergüenza. Quizás es muy evidente, pero admiro mucho a David Bowie.
(Irene) Como soy muy de pop, yo te diría Lorde o Taylor Swift.
(Maite) A mí lo que más me sorprende es que da igual qué estés escuchando, cuando prestas un poco de atención te das cuenta de que puedes encontrar letras increíbles en canciones que no te esperabas, que es lo que nos pasa un poco con Bad Gyal. Si estás atento das con cosas interesantes en cualquier estilo.

¿Tenéis alguna línea favorita de Bad Gyal? Os veo muy entusiasmadas con ella.
(Irene) Cuando nos preguntan por otros artistas siempre nos vamos a referencias muy elevadas y tenemos que ser realistas, lo que más nos gusta es Bad Gyal, hay que empezar a admitirlo.
(Aroa) A mí me encanta “Una verdad como un piano”.
(Raquel) Y cuando repite tres veces “joyería”… ¡Eso solo le queda bien a ella!

Vuestras dos últimas portadas, la de “la kiero a morir” y la de “Pablo”, tienen una estética similar. ¿Tiene una explicación? ¿Es un adelanto de las ideas que van a dominar vuestro primer álbum?
(Raquel) No mucho, la verdad. Las portadas las hizo Alex [Alejandro Manzano], un amigo mío de la universidad. Surgió porque a mí me gusta mucho lo que hace y se lo comenté a las chicas. De hecho, la idea para la portada de “Pablo” era recrear de forma más bonita un meme que nos hace mucha gracia, la foto de un caballo en un balcón en la que solo pone “Juan”.
(Irene) Cuando estamos en fase de ponerle título a las canciones o decidir la estética de una portada todo es una idea… Es muy divertido, de golpe nos ponemos de acuerdo y queda decidido.

Sé que os habéis encontrado con alguna crítica porque vuestras canciones hayan sonado en la radio en horario infantil e Irene perdió una campaña publicitaria por haber criticado a Vox en un tema y en redes. ¿Creéis que para ser aceptadas del todo en el mainstream tenéis que descafeinarnos? ¿Es ser aceptadas por el mainstream algo que queráis, siquiera?
(Aroa) No sé si queremos ser aceptadas por el mainstream o simplemente poder vivir de la música que hacemos, pero supongo que depende de a qué tengamos que renunciar.
(Irene) Estaría bien encontrar un equilibrio en el que no tuviéramos que sacrificar principios y pudiéramos seguir diciendo lo que queremos decir tanto en nuestras canciones como en nuestra vida y a la vez tener unos ingresos regulares.
(Aroa) Tampoco queremos ser millonarias, con dejar de ser precarias nos vale. Si eso requiere descafeinarse un pelín… Pero no, es que tampoco nos apetece.
(Irene) Yo creo que la clave es no descafeinarse, si cedes ya estás un poco perdida.
(Aroa) En el momento en el que dejemos de decir tacos o de cagarnos en la puta madre de alguien será porque queremos, no porque nadie nos lo diga. Lo que más nos molesta es que nos digan qué tenemos que hacer.
(Raquel) Sí, yo creo que es una parte importante de nuestra identidad.

Agenda de conciertos 

20.30h 12€ + BOUNTIES (Lets Festival)
18.00h Desde 55€ (San San Festival)
20.00h 15€ (Sound Isidro 2022)
19.00h Desde 79,70€ (Vida Festival)

 

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