Hazlo trizas y empieza de nuevo
EntrevistasThe Strokes

Hazlo trizas y empieza de nuevo

Joan Cabot — 28-02-2011
Fotografía — Archivo

La edición de “Angles” supone el punto de partida para unos nuevos Strokes. En esta ocasión todos los miembros del grupo han contribuido en la composición, lo que hace de este un trabajo más dispar y abierto, con el que los neoyorquinos se quitan definitivamente de encima la presión de tener que superar su extraordinario debut “Is This It?” (01).

Esto podría titularse “Sobrevivir a ‘Is This It?’”. Ser los autores del mejor debut de la pasada década y uno de los mejores discos de rock de los 2000 es una losa pesada. Lo ha sido tanto para The Strokes como para cualquiera que escuchara “Room On Fire” (03) y “First Impressions Of Earth” (07), porque inevitablemente todo juicio posterior estaba condicionado por lo que unos y otros esperaban de sus álbumes posteriores: el grupo, desprenderse de la estela del cometa, progresar, no repetirse; sus fans, una reedición de esa mágica unión entre economía y versatilidad llena de encanto macarra que los convirtió en un referente, tanto musical como extra-musical, en 2001. Tras casi cuatro años de parón, en los que algunos de los miembros han aprovechado para emprender aventuras en solitario, The Strokes vuelven con “Angles”, trabajo que marca un nuevo comienzo para la banda.
El guitarrista Nick Valensi niega de entrada que el cuarto largo de The Strokes suponga un viaje al pasado, que el grupo intente recuperar en “Angles” la simplicidad de su primer álbum, básicamente, porque eso es imposible. “Este disco es más complejo que ‘Is This It?’, donde la mayoría de canciones, los acordes, las melodías, todo, era muy simple”, explica. “Y cuando digo simple no lo digo peyorativamente, sino todo lo contrario. En realidad, es muy difícil escribir una canción sencilla. En ‘Angles’ cada canción suena muy diferente. No creo que haya un vínculo realmente unificador entre ellas, precisamente por eso decidimos titularlo de este modo. Te diría que algunas canciones suenan como nuestro material clásico pero otras en cambio no suenan a nada que hayamos hecho anteriormente. Hemos trabajado con elementos nuevos que hasta ahora no habían aparecido en nuestra música”. Que The Strokes no han querido imitarse a ellos mismos es algo que salta a la vista ya desde la inicial “Machu Picchu”, con ese ritmo trotón en plan Blondie, un soplo de aire fresco respecto a lo último que había publicado la banda, el embarullado “First Impressions Of Earth”. No, esto no es “Is This It?”: algunos cortes abrazan sin disimulo el tecno-pop (la ochentera “Two Kinds Of Happiness”, “Games”, “You’re So Right”, sin duda la pieza más floja del álbum junto a la difusa “Call Me Back”), otros exploran los aledaños de sus influencias de toda la vida, pero a la vez parecen haber introducido la dosis justa de himnos apelando a su pasado (“Undercover Of Darkness”, “Taken For A Fool”, “Gratification”) para hacer de este, como mínimo, un trabajo esperanzador. “Algunos de nosotros sentíamos que podíamos aportar más al grupo”, explica Valensi. “Cuando volvimos a trabajar todos juntos la idea principal era que todos los miembros del grupo se implicaran por igual en la composición del disco”. De sus palabras se desprende implícitamente que él era uno de esos miembros descontentos con el control creativo que Julian Casablancas ejercía sobre la banda. “Para nosotros ha sido algo nuevo colaborar de ese modo. Personalmente, había unas cuantas canciones que ya tenía hace cuatro años, así que había un montón de cosas que han ido cambiando desde la idea inicial que tenía cuando se las mostré al grupo, pero otras canciones han permanecido más o menos igual a cómo yo las había compuesto, como ‘Machu Pichu’, que ha sido grabada tal y como la concebí. El proceso ha sido nuevo. La idea era que si todos aportábamos nuestra creatividad y participábamos del proceso podíamos conseguir ser mejor banda”.
El grupo empezó a trabajar en “Angles” en 2009 y tras unas primeras sesiones con Joe Chiccarelli, The Strokes se aislaron en la casa de campo de Albert Hammond Jr. para volver a regrabar casi todo el material. Sobre las sesiones con Chiccarelli, de las que sólo se ha salvado la final “Life Is Simpler In The Moonlight”, Valensi explica que el deshecharlas no se debió a diferencias creativas, sino a falta de tiempo. “Es cierto, algunas canciones se grabaron dos veces. Bueno, de hecho, algunas se llegaron a grabar hasta cuatro veces (risas). Cuando entramos en el estudio por primera vez, estuvimos tres o cuatros meses trabajando muy duro y llegamos a grabar un disco completo, pero algunos temas no estaban listos, faltaba acoplarlos del todo y todavía teníamos que encontrar la forma idónea de tocarlos, el sonido idóneo. Esa fue la principal razón de que decidiéramos regrabar el álbum casi por completo. De hecho, las sesiones con Joe Chicarelli fueron realmente importantes, porque nos obligó a ensayar duramente para encontrar diferentes maneras de tocar las cancione y eso también supuso recuperar la confianza que habíamos perdido después de no tocar juntos durante tanto tiempo. Tocar todo el día y grabar nos devolvió la buena forma”. En casa de Albert Hammond, The Strokes encontraron la tranquilidad necesaria para terminar el álbum a su gusto, ayudados en las labores técnicas por el ingeniero que los acompaña habitualmente en sus directos. “En parte nos sentíamos como cuando grabamos nuestros dos primeros álbumes, aunque en esta ocasión estábamos en medio de la nada. Los tres primeros discos los grabamos en Nueva York, en un ambiente urbano, y cuando acababan las sesiones te ibas por ahí a tomar algo o a casa. En esta ocasión estábamos en un ambiente campestre. Te levantabas por la mañana y te encontrabas una familia de osos merodeando por ahí. Recuerdo que Nickolai tenía que ir a cortar leña entre sesiones para que tuviéramos con que encender el fuego por la noche. Fue un ambiente bastante diferente”.
Una estampa que contrasta con el aire sofisticado del álbum, pero que sirve para explicar el talante optimista de Valensi respecto al retorno de su grupo. “No creo que eso haya tenido ninguna influencia en el sonido del disco, pero sí creo que favoreció cierta mentalidad, cierta dinámica. Estar aislados allí durante unas cuantas semanas nos hizo estar más unidos. Estamos ensayando mucho, preparándonos para la gira, pero espero que volvamos a entrar en el estudio antes de que termine el año. Tenemos nuevas ideas, canciones nuevas, y estoy intentando que el grupo se implique para que volvamos a grabar tan pronto como sea posible. No quiero que pasen otra vez cinco años entre disco y disco, y creo que esa es la mejor forma de hacer olvidar a la gente que nos hemos tomado una pausa tan larga. Además estamos en un buen momento”.
Es evidente que “Angles” supone el punto de partida para unos nuevos The Strokes, que han necesitado un parón de casi cuatro años para salir del callejón sin salida que era su anterior trabajo. Valensi, por su parte, prefiere no mirar hacia atrás y afirma que al grupo todavía le queda mucho por hacer. “De todos, yo soy el más analítico, el más pesimista. Cada vez que escucho nuestros discos anteriores lo único que soy capaz de ver es todo aquello que podríamos haber hecho mejor. Siempre me fijo en los defectos, aunque no creo ser una excepción. En todo caso, no creo que sea bueno fijarte demasiado en lo que ya has hecho. Si te estancas en el pasado no vas a progresar. Todavía somos muy jóvenes y este es sólo nuestro cuarto álbum. Nos queda mucho por hacer, muchas cosas por decir. No sé si será con este o con el siguiente, pero estoy convencido de que hay algo mejor que ‘Is This It?’ dentro de nosotros”. En cuanto a lo que el público pueda esperar de ellos, quizás este parón también haya servido para rebajar las expectativas y el umbral de exigencia para con el grupo. “A mí todavía me sorprende que la gente le diera tanta importancia a nuestra música o a nuestra forma de vestir porque no considero que The Strokes sean un icono de nada”, comenta al respecto Nick Valensi. “No somos The Beatles, ni The Rolling Stones, ni The Velvet Underground, ni Ramones. Creo que The Strokes son un buen grupo, un grupo realmente bueno, si me apuras, pero que todavía puede ser mucho mejor. Y seguimos trabajando en ello”.

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