Rectificar es de sabios. Los antiguos fans de HIM ya no reconocían a la banda que habían adorado años atrás. Esa combinación de voces melódicas, guitarras punzantes y atmósferas oscuras había dejado paso a algo más edulcorado. A partir de su cuarto disco, “Love Metal”, los de Ville Valo evidenciaban que también ellos podían dar pasos en falso. Se ganaron el favor de un público adolescente poco exigente y tanto aquel trabajo como el soporífero “Dark Light” dejaban al grupo en muy mal lugar. Necesitaban un revulsivo, una motivación extra. ¿Solución? Desempolvar los viejos vinilos de Black Sabbath y ponerse de nuevo las pilas. “Este disco podría situarse entre el primero y ‘Razorblade Romance’. Hemos vuelto a los orígenes y hemos recuperado a Black Sabbath, que es la banda de la que hemos aprendido, la que hemos escuchado siempre. Sin ellos no creo que se hubiera creado esta bonita historia que es HIM. En ‘Venus In Doom’ hay partes lentas y temas oscuros que parecen escritos por Tommy Iommi”, apunta Niko, batería del grupo, mostrándose entusiasmado. Rebosa alegría y reconoce sentirse orgulloso del resultado que han obtenido en su sexto disco. “La grabación ha sido muy espontánea. Necesitamos más tiempo para las guitarras, pero la sección rítmica se grabó en dos días por instrumento. Queríamos, ante todo, un buen sonido de guitarras y que se notase el trabajo en ese aspecto. También nos hemos preocupado por los teclados. Hemos vuelto a trabajar con Tim Palmer y pensamos otra vez en Andy Wallace, pero solamente para mezclar. No nos queríamos arriesgar a sonar demasiado americanos, así que apostamos por el personal europeo”.
"Hay partes lentas y temas oscuros que parecen escritos por Tommy Iommi"
El aire a opera rock con la que abren “Venus In Doom” es una de las mayores de las mayores novedades con las que nos encontraremos. “Kiss Of Dawn” cuenta con un estribillo y un juego de voces de los más interesantes de su carrera, pero quizás lo que más sorprende es “Song Of Suicide”, una pieza acústica que parece cantada por el hijo bastardo de Leonard Cohen y Tom Waits. “Hemos buscado ilustrar diferentes aspectos del grupo. Mostrar un sonido más rockero en canciones largas como ‘Sleepwalking’, sonar más directos en otras como ‘Bleed Well’, e incluso incluir una canción acústica. Nunca hemos querido hacer el mismo tipo de disco, pero esta vez creo que el cambio ha sido radical”. “Venus In Doom” es el segundo disco del grupo que ve la luz en Estados Unidos, una nueva oportunidad para llegar a conquistar la tierra prometida. “Es difícil predecir lo que puede ocurrir. Definitivamente es el álbum más duro que hayamos hecho nunca, y a lo mejor eso nos abre las puertas de un nuevo mercado, pero intuir lo que puede ocurrir es tan complicado como entrar en un casino y saber de antemano si vas a ganar a la ruleta o no”. En cuanto a planteamiento e idea musical, “Venus In Doom” se asemeja a “Deep Shadows And Brilliand Highlights”, pero con un plus de agresividad y de riesgo. “Depende de la opinión de cada uno, pero para mí se trata de nuestro disco más ambicioso y más de banda que hayamos grabado nunca. Recreamos bonitos sueños en él. Hay fantasía, guitarras impresionantes, solos demoledores y un par de riffs que suenan a Metallica. Acabamos de hacer tres shows abriendo para ellos y ha sido como ver un sueño cumplido. Tengo amigos metalheads a los que he puesto el disco y se han sorprendido de lo heavies que sonamos. Es gente que escucha death metal o heavy metal clásico y que, sinceramente, se han sorprendido mucho con el disco”.
I feel sastified after reading that one.