La espera ha valido la pena. Tras un celebrado EP y varias canciones soltadas a cuentagotas a través de Internet, el pasado otoño (concretamente el 31 de octubre, Halloween) se editó “Welcome To Condale”, el primer larga duración de Summer Camp, un debut que se demoró más de un año. Jeremy Warmsley, una de la mitades de la banda, la otra es Elizabeth Sankey, nos atiende vía Skype. “Queríamos sacar el mejor disco posible, así que no teníamos intención de acelerar las cosas. Grabamos unas sesenta canciones, y Steve Mackey, bajista de Pulp y productor del disco, nos ayudó a elegir las mejores junto a nuestros managers y el sello. Las demos las hicimos en nuestro estudio casero, y luego fuimos a un estudio con más medios con Mackey y un ingeniero para mejorarlas. Eso sí, no queríamos perder el encanto de las demos”. De indudable sabor ochentas, las canciones que encontramos en el debut del dúo británico están llenas de matices que no necesariamente apuntan a la década que vio nacer a la MTV. Warmsley, que antes de formar parte de Summer Camp tiene editados un par de discos en solitario, lo aclara. “Lo de los ochenta lo entiendo en parte por algunas canciones, pero por otras no. ‘Nobody Knows You’, ‘Last American Virgin’, ‘Better Off Without You, sí que tienen ese punto ochentas. Pero hay otras del disco que no podrían haber sido creadas en los ochenta, tienen ciertos sonidos… De hecho, si tuviera que elegir que artistas de los ochenta nos influenciaron a mí y a Elizabeth diría por ejemplo Talking Heads, XTC, Kate Bush, Cocteau Twins, Fleetwood Mac, el sello Stiff… En casa no tengo discos de Pet Shop Boys o de Duran Duran, conozco los singles y me gustan, pero poco más”. Uno de los puntos fuertes de los ingleses es el uso de cacharrería vintage, léase sintetizadores y teclados varios. Durante el transcurso de la entrevista, y gracias a la webcam del portátil, Jeremy me enseña su colección con una sonrisa de oreja a oreja. “Usamos sintetizadores originales de los setenta y ochenta, es una cuestión de orgullo para mí utilizarlos. El más caro me costó 1.000 euros, y la mayoría son muy extraños”. Más cosas que enriquecen el discurso de la banda: la multitud de referencias pop que recorren las canciones y el arte de “Welcome To Condale”, concentradas sobre todo en el mundo adolescente. “A veces hacemos referencia a películas o a series de televisión como en ‘Brian Krakow’, donde citamos directamente a la serie ‘Esta es mi vida’ (emitida por Canal + en España en los noventa). Otra serie que ha sido capital importancia para nosotros a la hora de componer el disco fue ‘Freaks & Geeks’ (creada por Judd Apatow y Paul Feig e inédita aun en España). Tenemos una obsesión con lo adolescente y con eso que los anglosajones llamamos coming of age (el paso de la niñez a la edad adulta)”. Prosigue. “Esas referencias, a veces, ayudan a ver las canciones de otra manera, te dan un atmósfera especial, un marco. Es como mirar una foto antigua de los setenta, eso hace de la escucha del disco una experiencia, casi una inmersión… Por eso creamos una ciudad ficticia para el disco, Condale. Todas las canciones tienen como centro esa ciudad, y explican una historia de dos chicas, Kathy y Betty, y el chico de que estén enamorados. Es algo agradable ir más allá de la canción e intentar crear un universo a su alrededor, de ahí que utilizamos samples de películas, fotos antiguas…”. Siguiendo con las referencias, que mejor que preguntarle por tres películas y tres discos que hayan marcado la grabación del disco. “Pues ‘El club de los cinco’, porque es la arquetípica cinta de John Hughes, y Hughes ha tenido una influencia brutal en nosotros. Luego un film francés titulado ‘El gran azul’, la banda sonora me marcó de niño. Es muy ambiental, y muchos de los sintetizadores que suenan en nuestro disco son deudores de los de la banda sonora de esa película de forma inconsciente. Elizabeth elige ‘Juegos de amor en la universidad’, una película divertidísima con John Cusack de protagonista sobre amoríos adolescentes. Y discos, pues ‘Parklife’ de Blur, Elizabeth es fan y es el mejor álbum del grupo, pop británico brillante. Es muy obvio pero diré ‘Kid A’ de Radiohead, por experimentar con el pop de una forma muy personal. Por último, ‘Mirage’ de Fleetwood Mac. Para mí es el mejor disco de la banda y casi nadie lo reivindica. Además contiene la mejor canción del grupo, ‘Only Over You’; la escribió Christine McVie para Dennis Wilson (The Beach Boys), que era su novio en la época. McVie tiene una voz maravillosa y es la compositora con más talento del grupo, por encima de Buckingham y Nicks. Escribió todos los hits. McVie es el arma secreta de Fleetwood Mac”.
Podrás ver en directo a Summer Camp en Madrid, en la Joy Eslava el 7 de marzo y en Barcelona, día 8 en Razzmatazz 2.
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