Perros verdes
EntrevistasBlitzen Trapper

Perros verdes

Luis Argeo — 07-01-2008
Fotografía — Archivo

Como si llegaran de un aserradero del bosque más remoto de Oregón, los componentes de Blitzen Trapper han hecho el suficiente ruido teloneando a Two Gallants como para que ya se les tenga en cuenta a este lado del Atlántico. Publican “Wild Mountain Nation” (Sub Pop/Popstock!, 07).

Atendiendo una entrevista concertada, Eric Early se presenta como voz y guitarrista líder del sexteto de Porland. Lo hace con resaca, justo antes de la prueba de sonido previa a su concierto en Madrid. Parece que acompañar a Two Gallants está dando frutos. “El concierto de Barcelona estuvo muy bien. Esta gira europea está siendo excelente”.

"Bueno, el rock es nuestra matriz. Guitarras y batería"

Blitzen Trapper es un grupo heterogéneo, con músicos procedentes de otras bandas de la costa oeste americana, con influjos de lo más variopintos. Syd Barret, Grateful Dead, Pavement o Beck suelen aparecer solapados en su casilla de influencias. “Sí, también Beck. No es la primera vez que nos lo dicen. Y con Stephen Malkmus, de Pavement, vamos a hacer unas colaboraciones”. Lo cierto es que a su “Miss Spiritual Tramp”, cuarto tema de su último álbum, sólo le faltan los rebuznos del “Odelay”. “Bueno, el rock es nuestra matriz. Guitarras y batería. De ahí ya saltamos a los siguientes escalones, pero el rock americano es la base de todo. Luego añadimos más. A Drew le va mucho la música experimental. Brian viene del hard rock. Mike está muy metido en el funk y el hip hop, y yo estoy más metido en el rollo country folk”. Y es cierto que consiguen que su “Wild Mountain Nation” suene un poco a todo eso, y un poco más: mezcladas sus bases musicales con algo de rubifén, de gaseosa de ácido eléctrico y de maquinitas digitales, Eric y compañía suenan salvajes. “Me gusta vivir en estos tiempos, como un animal (risas). Los animales no viven en el pasado, viven el presente, con sus formas específicas de vida. Estamos en una época de barroco extremo, donde todo se mezcla, lo de antes, lo de ahora. Y eso es bueno, porque obliga a la gente a crear música en un contexto determinado… Lo que hace Beck, por ejemplo, es muy barroco, tiene muchos estilos de música, rock, baile... También creo que la mejor experimentación ahora se hace en la costa noroeste”.

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PERROS VERDES
EntrevistasBlonde Redhead

PERROS VERDES

Joan S. Luna — 26-03-1999
Fotografía — Archivo

Atípicos. Blonde Redhead son atípicos. Quizás ése sea el mejor adjetivo para describirles como banda, para orientar con respecto a la música que facturan, e incluso diría que para dar pistas sobre su forma de entender un negocio tan retorcido como es el del rock. Blonde Redhead son más raros que un perro verde, no se hipotecan, no hacen concesiones, no ceden terreno a lo comercial. Tampoco debe costarles demasiado, puesto que sus composiciones andan mal si pretenden ser coreadas, si buscan llegar a un público masivo. Blonde Redhead se han condenado a si mismos a vivir por el resto de sus días en el underground. Y, miren por donde, nosotros se lo agradecemos. Será que esto del post-hardcore no se las tiene todas a la hora de conseguir cierta repercusión masiva. «Post hardcore podría ser una buena definición, pero la verdad es que no tengo una idea clara de la música que hacemos». Cuenta la leyenda que sus miembros se conocieron en un restaurante-cafetería de Nueva York. Los gemelos Simone (batería y teclados) y Amedeo Pace (guitarra y voz) andaban tomando una copichuela cuando Kazu Makino (voz, guitarra e interlocutora en esta entrevista), una japonesita de armas tomar, se cruzó en su camino. Dicen que decidieron rendir tributo a la banda de culto de la no wave neoyorkina, DNA, adoptando como nombre Blonde Redhead («Por supuesto que es un homenaje a DNA»). Cierto día, Steve Shelley, batería de Sonic Youth, les descubrió y no cesó en su empeño hasta producirles un larga duración. («Fue curioso trabajar con él. Se pasó todo el tiempo sentado en un sillón y con muy buen humor»). Y es que los productores son el fuerte de este retorcido trío. Por eso John Goodmanson produjo su tercer disco, «Fake Can be Just As Good» (antes estuvieron «Blonde Redhead» y «La Mia Vita Violenta») y por eso Guy Picciotto de Fugazi se encarga de la dirección de su último largo (y segundo para Touch & Go) hasta la fecha, «In An Expression Of The Inexpressible». Buenos profesionales y buenos álbumes. Todos ellos. «Tampoco voy a poder decirte demasiado al respecto de cada uno de los discos. Sencillamente, aún ahora estoy convencida de que todos eran muy buenos». En eso estamos de acuerdo, especialmente con el último. ¿Se lo tenemos que agradecer a Picciotto? «Antes de grabar el álbum, habíamos trabajado con Guy en un montón de singles y hemos tocado muchas veces con Fugazi. En general, hemos estado tocando con casi todas las bandas de Washington DC». De ahí que por sus filas hayan pasado puntualmente músicos de la zona. Gente de los impresionantes The Van Pelt, e incluso de Unwound. «Tuvimos a una chica, Maki, como bajista y Vern de Unwound tocó con nosotros en un único concierto en Olympia. En cuanto a The Van Pelt o The Lapse, toda la relación que existe con Blonde Redhead es que Toko Yashuda estuvo tocando con nosotros durante aproximadamente un año». Bien, pues resueltas las dudas, solamente queda apuntar que este mes Blonde Redhead estarán paseándose por nuestro país. Yo, de ustedes, no me los perdía.

Un comentario
  1. ¨Blonde Redhead son más raros que un perro verde, no se hipotecan, no hacen concesiones, no ceden terreno a lo comercial. se han condenado a si mismos a vivir por el resto de sus días en el underground. Y, miren por donde, nosotros se lo agradecemos.¨
    Cómo cambió el cuento...y yo que se lo agradezco

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