“Son diez años y diez discos, una cifra tan exacta y bonita, que era el momento justo de hacerlo. Es guay tener una carta de presentación como "10": esto es lo que hago y si quieres conocer mi música esta es”, comenta Joël Iriarte en una conversación que tiene lugar en una terraza del Born de Barcelona. El ejercicio de echar la vista atrás para dar forma a "10" le ha servido a Iriarte para descubrir una cosa: “el discurso de mis ocho discos es muy férreo. Me he dado cuenta al volverlos a escuchar. De Gabriela a Pisciburguer hay un hilo”. El músico catalán, que durante la entrevista confiesa que "Toda esta energía" –incluida originalmente en "Chill Out"-, es la canción más bonita que ha hecho, hace un balance positivo de estos últimos diez años de carrera. “Me han permitido viajar muchísimo, conocer a un montón de gente, vivir de la música y tener un público fiel. Todo eso con un proyecto extraño que se sale de lo normal”. Y siguiendo con los balances, ¿se atreve el de Sant Joan Despí a repasar brevemente su carrera disco a disco? “Sí. "Escuela de zebras" es un álbum que está hecho con un órgano de iglesia de madera, todos los sonidos, bajos y demás los saqué de ahí. De "Supercrepus" remarcaría el sitio donde lo hice, en la calle Hospital número 36 de Barcelona y en un cuarto pequeñito pero con mucha luz. La imagen que tengo de "Chill Out" es la de estar con Sergio (Pérez de Svper) mezclándolo en su piso del barrio gótico de Barcelona cerca del Sidecar. Con "Nuevo ritmo" me viene a la cabeza la gente que participó ahí: Jordi Irizar, Jens Neumaier o El Guincho y conseguir algo muy orgánico. "El caldero" es un disco que vuelve un poco a mis principios, pero sin hacerlo de verdad. Es un álbum impregnado de oscuridad, porque lo hice en mi piso de la calle Manso de Barcelona, un principal en el que había un cuarto con poca luz natural que me obligaba a encender la luz artificial por la mañana. "Baile de magos" me trae a la cabeza Mallorca y estar paseando por Palma mientras pensaba en como limar las canciones. Tiene esa cosa balear, con esa luz tan distinta. "Nuevos misterios" está grabado en Madrid después de haberme mudado ahí y empezar de cero. Es un disco que tiene mucho del cielo de Madrid, ese cielo azul y potente que es una de las cosas más bonitas de la ciudad. Es demasiado reciente para decir algo sobre "Disco Duro", pero es un álbum en el que hay desgarro y que puede doler. Es como unas pinzas que te agarran y te sacan la piel. Y se habla mucho de animales. Quiero hablar del ser humano y la mejor manera de hacerlo es definirlos a través de animales”.
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