La carrera de los franceses Herman Düne empezó con los hermanos David y André Ivar como protagonistas, junto al amigo de la infancia de David, Omé, en la batería. Néman entraría en la ecuación más tarde como sustito de Omé. Con el inglés como lengua vehicular cuando esto no era concebible, Herman Düne sacaron hasta ocho álbumes juntos. Tras la publicación de “Giant” (06), el trío se convertiría en dúo. André, uno de los hermanos Ivar, abandonaba el proyecto, y junto a él, la diéresis desaparecía. En 2011 era Néman el que se despedía, dejando solo a David. Tras el primer álbum en solitario como Herman Dune, Ivar se mudó a Los Ángeles, concretamente a Vinegar Hill, San Pedro, y el proyecto tomó otro rumbo. Fundó el sello Santa Cruz Records, adoptó a una pequeña familia de gatos y encontró en las costas californianas un oasis artístico que jamás habría imaginado. Ahora presenta su tercer álbum autoeditado, “Notes From Vinegar Hill”, un homenaje a su nuevo hogar.
Este nuevo álbum es un tributo al barrio en el que llevas viviendo desde hace cinco años, Vinegar Hill. ¿Qué te ha aportado ese sitio que ahora llamas tu hogar como cantante, artista y como persona?
Vinegar Hill es una pequeña parte histórica en el barrio de San Pedro. Es un barrio muy trabajador, en el que la vida empieza antes del amanecer y está enfocada alrededor del puerto, alejado del glamour y la vida nocturna de Hollywood, o el turístico frenesí de Venice y Santa Mónica. Es un lugar tranquilo, y espero que se quede así el máximo tiempo posible. A parte de esta básica descripción, me mudé aquí como un músico en tour, que pasaba doscientos días al año en la carretera, y vivía en pequeños apartamentos en grandes centros urbanos. He pasado más tiempo sentado en el asiento trasero de una furgoneta de gira leyendo cualquier cosa –desde los cómics de Love & Rockets hasta Moby Dick– que en cualquier otro sitio. Cuando me mudé a San Pedro me apeteció quedarme aquí. Construí mi propio estudio de grabación en el jardín trasero, y empecé a poner más atención en ese lado de mi vida musical, grabar bandas sonoras, álbumes y colaboraciones. De hecho, ya casi nunca toco fuera de Los Ángeles. Obviamente, como hemos estado confinados por meses, eso no es ni siquiera una opción. Pienso que también vale la pena contemplar el mundo en lugar de andar siempre ocupado. Me encanta caminar por el puerto, ir al océano, tocar en mi bar local, cuidar de mis gatos. Me he vuelto una persona muy local. Cultivo fruta de la pasión y melocotones, y hago mi propia mermelada que vendo por la ciudad. Mi arte se enseña en galerías locales, pinto y hago escultura y cerámica, y mis cómics se venden en las librerías de aquí. He encontrado una vida que es emocionante y artística sin tener la necesidad de estar corriendo por todas partes todo el tiempo.
“El sentimiento que te inspira a escribir una canción y el que acaba teniendo son dos cosas muy diferentes”
A pesar del confinamiento, has podido colaborar con otros artistas, como Caitlin Rose, Spencer Cullum III o Jon Natchez. Ya habías colaborado con ellos en tu anterior álbum, “Santa Cruz Gold” (Santa Cruz Records, 18). ¿Qué te llevó a repetir y cómo ha sido la experiencia de trabajar juntos de forma separada debido a la pandemia?
No ha sido fácil conseguir que alguien grabara conmigo. Los Ángeles tenía un confinamiento muy estricto, y todos estábamos asustados de estar en el estudio con otras personas. Aquí tengo una banda con la que adoro tocar (Kyle McNeill, Maesa Pullman, Lewis Pullman, Jason Hiller), la que se escucha en mi álbum “Sweet Thursday”, grabado en directo en mi estudio. Pero como no se contemplaba la posibilidad de tocar en directo por la pandemia, no importó que Caitlin y Spencer estuvieran en Nashville, ya que lo habríamos hecho de forma remota igualmente. Conocí a Caitlin en Nashville años atrás cuando estaba tocando allí y ella vino a mi show en The Basement. Es una de mis cantautoras favoritas. Es una intelectual a la par que cruda y salvaje figura de la nueva escena country en Estados Unidos. Es una especie de mezcla entre Kris Kristofferson y Linda Ronstadt. Soy un gran fan de ella, y ella adora mis canciones también. Simplemente le envié las grabaciones en bruto, antes de añadir los instrumentos, y ella básicamente hizo lo que quiso con ellas, después yo adapté la música al resultado. En canciones como “LA Blues”, ella me sorprendió completamente, incluso le dio el título a la canción (creo que estaba en algún tipo de trance cuando decidió llamarla así y después cantar una letra totalmente distinta). O el dueto en “Vinegar Hill”, que fue completamente improvisado. Fue muy divertido convertirlo en un dúo.
Spencer es de los mejores en la escena musical country de Nashville. Toca en grandes actuaciones como por ejemplo con Miranda Lambert. Tengo la oportunidad de contar con él en mis canciones simplemente porque le gusta Herman Dune, por eso soy muy afortunado. Al igual que Caitlin, no necesita ninguna dirección por mi parte, solo toca lo que le apetece y nunca hay nada que quiera cambiar de ello. Aunque en este álbum, muestreé muchísimo a Spencer, cogí pequeñas porciones de lo que había tocado que después use como un sample de hip hop.
Igual que con Jon Natchez. He tocado con Jon desde “Giant”. Toca las trompetas en “I Wish That I Could See You Soon”, “My Home Is Nowhere Without You”, “Crazy Blue”, “Life On the Run”, todas mis canciones favoritas de Herman Dune. Le conocí en Nueva York, pero se mudó a los Ángeles hace poco, tocando con The War On Drugs y otros grandes artistas. Muestreé la línea que tocó para “Say You Love Me Too”, para construir la canción como un tema de hip hop. Jon es un trompetista fantástico, con un sonido muy único, sabes instantáneamente que él está en una grabación, ¡y él está en muchísimas! Aunque el otro día escuché “Los Angeles”, esa gran canción de HAIM, y el saxofón era tan bueno que estaba seguro de que era él. Le llamé y le dije “¿así que estás en esta canción increíble de HAIM?”, ¡pero no era él! Supongo que no es el ÚNICO gran saxofonista de Estados Unidos.
Algunas canciones como “Ballad Of Herman Dune”, “Scorpio Rising” o “Mookie Mookie” tienen un sonido más divertido, mientras que otras como “LA Blues” suenan más nostálgicas y oscuras. ¿Refleja esto como te sentías durante el confinamiento? ¿O cuál fue la inspiración?
Exacto. Algunos días, y no solo por el confinamiento, los problemas a los que me enfrentaba me agobiaban y me hacían sentir impotente y escribía canciones como “LA Blues” o “PS: I Could Have Done Great Things”. Otros, me sentía más ansioso de aceptar mi destino, y escribía canciones como “Hawaii Morning” o “Ballad Of Herman Dune”. Dicho esto, el sentimiento que te inspira a escribir una canción y el sentimiento que acaba teniendo la canción son dos cosas muy diferentes. Algunas canciones las escribes en un estado mental muy triste, nostálgico o ansioso, otras las escribes contemplando la belleza que te rodea. Algunas canciones las escribes por miedo y agonía, otras desde el amor y el deseo. Pero normalmente, la liberación y el confort que encuentras en cantar una canción triste acabará haciendo de esta una canción que consigue la mayor alegría en ti como artista, y también del que la escucha.
Has tenido que trabajar con loops en todo el álbum debido a la falta de banda en vivo. ¿Cómo valorarías la experiencia? ¿Lo volverías a hacer?
Siempre apostaré por la banda en vivo, si tengo elección. Es difícil de superar capturar un momento con buenos músicos, sabiendo que solo puede ser esa única toma de la canción, sabiendo que tu voz está rota o que el batería ha entrado un poco antes, pero aun así ha tocado bien. Para mí esa es la magia de tocar en directo. Pero como no podía tener una banda en directo, necesitaba encontrar una manera de grabar que me desafiara de la misma forma. Es difícil de experimentar tú solo, porque te conoces muy bien y es difícil sorprenderte a ti mismo. Me di cuenta de que podía sorprenderme experimentando con el groove, poniendo en bucle baterías y contrabajos. De esa manera no sabía exactamente cómo iba a sonar una canción en particular. La mejor manera de sorprenderme fue probar combinaciones extrañas de grooves y harmonías, sin saber qué iba a hacer o cómo iba a sonar. Los loops, y trabajar con la producción de beats, me dieron muchas sorpresas que con una banda en vivo también habría sentido. Fue muy diferente a simplemente poner capas de instrumentos encima de mi canción, fue como construir una canción entera de dentro a fuera. Canciones como “Ballad of Herman Dune” o “Scorpio Rising”, las escribí como baladas folk en fingerpicking, y después de unas horas en el estudio probando grooves, beats o líneas de contrabajo, llegaron a un sitio muy diferente, fue muy emocionante. Sí, lo haría de nuevo, creo que realmente funciona con mis canciones. Aunque lleva mucho más tiempo que grabar en vivo. ¡“Sweet Thursday” se grabó en un día, y este me llevó meses de grabación!
Aunque vives en Los Ángeles y el álbum es un tributo a Vinegar Hill, cuando escuchas el disco puedes notar un sonido muy country. Además, colaboras con dos artistas de Nashville, Caitlin Rose y Spencer Cullum III. ¿Ha inspirado la cultura y la música country este álbum de alguna manera?
Desde que tengo uso de memoria, los sonidos y la música country han sido algo a lo que instintivamente me he acercado. Desde Hank Williams hasta Dolly Parton, las canciones country de The Rolling Stones o The Velvet Underground, los álbumes country de Bob Dylan, "Harvest" de Neil Young, Emmylou Harris o los álbumes country de Joan Baez. Desde Willie Nelson hasta Kris Kirstofferson, los números country de Elvis, el Ray Charles “goes country”, el Jerry Lee “goes country”, hasta todos los punteos country de Chuck Berry.
Para mí cuando el rock & roll flirtea con el country, está en su mejor momento. Dame una guitarra pedal steel, un violín, un punteo country, y estoy en el cielo, musicalmente hablando. El blues de Leadbelly, el country de Hank Williams, el rock de Chuck Berry, todos estos son los que probablemente consideraría los estándares dorados de la música para las canciones. Los arreglos country tienen una tristeza, una melancolía que se escapa entre los acordes con el pedal steel o el violín. Las canciones son basadas en una historia, pueden ser desesperadas o de amor, pero normalmente tienen algo que decir. Incluso mis compositores modernos favoritos tienen a menudo alguna relación con el country, como Lucinda Williams o The Silver Jews. Hay mucho desde lo que dibujar en la música, pero mi gusto personal es por el country, desde que era un niño. Hay aún mucho espacio para las voces y las letras en la música country, aún es groovy e incluso bailable. Creo que es un combo genial.
"No he parado nunca de girar desde que empecé en 2000, así que no sabía que se podía parar. Pero ahora que he parado, siento que podría escoger los conciertos mejor".
Cierras el álbum con una versión de “Long Monday”, una canción original de John Prine. El ritmo es bastante distinto y la acabas con un solo de piano, algo que no pasaba en la versión original. ¿Es esta tu manera de decirle adiós al artista, recientemente fallecido por Covid-19? ¿O ya tenías planeada esta cover como la última canción?
Es la primera vez que hay una versión en un álbum de Herman Dune. Adoro a John Prine, esta canción en particular ya la tocaba en mis shows antes de que aparecería el Covid. Me gustó la forma en la que la tocaba, con una banda, era groovy y la letra cantaba verdad a través de este groove. El hecho de que John Prine muriera en los días más severos del confinamiento, cuando básicamente teníamos que estar en casa sin salir, fue un shock para mí, y quería hacerle un tributo con esta cover. Estuve muy triste con la muerte de David Berman (Silver Jews) el verano pasado, pero era demasiado cercano a mí para incluirle en este álbum. Siento que, como no conocía personalmente a John Prine, era más fácil para mí celebrar su vida cantando esta canción en vez de lamentar su muerte, como aún hago por Berman.
Ahora mismo, ir de tour y tocar en directo se presenta difícil debido a la pandemia. ¿Tienes planeado ir de gira con este álbum?
¡Ya no hago planes! Es una locura ahora mismo. En Los Ángeles no hay conciertos en directo, punto, se acabó. Echo de menos tocar, y echo de menos sentir la reacción del público ante mis canciones. Empecé a hacer conciertos los domingos por la mañana desde mi Instagram, y de alguna manera me dio cierto sentimiento de ser escuchado, de tocar para un público, así que fue agradable. Aún lo hago, ya han pasado meses, es como mi pequeña emisión de televisión o radio con la que la gente sintoniza. No puedo decir si haré tour de “Vinegar Hill”. Tengo buenos recuerdos de tocar en el Primavera Sound, o en Benicàssim, o en pequeñas ciudades de Galicia, Madrid o Sevilla. Sí, echo eso de menos. Aunque ir de tour es agotador y puede ser deprimente si no va bien. No he parado nunca de girar desde que empecé en 2000, así que no sabía que se podía parar. Pero ahora que he parado, siento que podría escoger los conciertos mejor. Siempre intento construir shows alrededor de la cultura y el arte, así que, ya que tengo que empezar de nuevo, probablemente lo haría algo diferente.
Ya vimos al Inspecteur Morrison en la portada de tu álbum “Sweet Thursday”. Él es de nuevo el protagonista, no solo en la portada, sino que también lo podemos ver en los vídeos de “Say You Love Me Too” y “Mookie Mookie”. También en tus tiras cómicas y en el logo de Santa Cruz Records. ¿De dónde surge este amor por los gatos? ¿Te ves a ti en ellos?
¡Ah! ¡Inspecteur Morrison! Llegó a mi vida y literalmente aterrizó en mi porche. Nunca quise tener mascotas y no sabía nada sobre gatos, nada de nada. Él simplemente se impuso. Ahora le adoro, un poco más tarde trajo a su novia con él y ahora tienen un hijo. ¡Así que aquí estamos, mi novia y yo, con tres gatos negros! Durante el confinamiento, ellos fueron nuestra familia, nuestro entretenimiento, nuestra audiencia cuando todo estaba fuera del alcance. No sé, Mookie (apodo del Inspecteur Morrison) me inspira. Tiene mucha gracia, puede ser muy alocado, impredecible, pero también muy cariñoso, especialmente cuando no tienes tiempo para él. Está en muchas cosas de Santa Cruz Records, ¿verdad? El logo, las portadas de los álbumes, los vídeos… Bueno, como he dicho, me inspira, tan salvaje y oscuro, pero tan sincero consigo mismo también. Él nunca haría nada que no quisiera, eso es algo que admirar…
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