Lo de Ron Sexsmith sigue siendo un misterio. Nadie sabe explicar el porqué de su aureola de culto, cuando tiene discos magníficos y más que accesibles, plagados de canciones para el recuerdo.
No sé, quizás sea su carácter reservado, que le hace tener alergia a las apariciones públicas, o quizás sea que la honestidad y la modestia que despide su música no la hace apropiada para los tiempos que corren. En fin, que el canadiense, ajeno a las diatribas sobre su éxito, y muy concentrado en lo suyo, presenta “Exit Strategy Of The Soul”, otra maravilla que le convertirá en más favorito si cabe. Y es que el nuevo disco de Sexsmith vuelve a coger la altura de sus mejores trabajos, obras como “Ron Sexsmith”, “Blue Boy” o “Retriever”, siguiendo en la senda de ese pop melancólico con aromas soul que ha venido poblando la última parte de su carrera. Se hace difícil elegir que canciones de este disco te llevarías a una isla desierta, pero como aun le quedan unos pocos días al verano, el honor recae en “One Last Round” porque hasta se pueden bailar, en la luminosa “Brandy Alexander” (co-escrita con Feist), y en la cumbre emocional del álbum, “Chased By Love”, un corte que pide a gritos ser utilizada por Wes Anderson en una de sus emo-escenas de culto.
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