Los más viejos del lugar –vamos, estamos hablando de tres años atrás, que viendo a la velocidad que van las cosas uno ya no sabe en qué fase temporal se sitúa aquello- recordarán lo pesado que me puse con Japandroids y su “Post-Nothing” (2009), con todos aquellos tópicos de la energía y la excitación, con todo aquello de sonar espontáneos y las monsergas habituales en mis críticas. Pero ahora sé que no fue fruto del capricho de un momento determinado. A lo largo de treinta y cinco cortísimos minutos, “Celebration Rock” se saca de encima la losa stoner que marcaba las peores piezas de estos dos veinteañeros de Vancouver y apuesta clara y sencillamente por el espíritu noventas a la Chapell Hill con todo el orgullo posible, sin excusas, sin triquiñuelas, guitarras y batería a cara perro. Cierto que todo suena más pulido, menos rasposo (tampoco mucho menos, no se me despisten), sin tanta fiereza, pero ¿y qué más da? Japandroids suenan terriblemente directos y adictivos, nadie calza unos “uoooohhhhhs” como tanta sapiencia, nadie sabe en qué momento exacto golpear a lo bruto rides y caja como ellos, nadie es capaz de cantar “oh yeah, ouuuh right” tantas veces sin que suene estúpido. Hostias, si es que es escuchar “Fire’s Highway” o “The House That Heaven Built” y volverme loco por dentro.
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