Sonorama Ribera, con identidad propia
ConciertosSonorama Ribera

Sonorama Ribera, con identidad propia

7 / 10
Manu Pernas — 17-08-2016
Fecha — 11 agosto, 2016
Fotografía — Javier P. Miñambres

Desde primera hora del jueves la Plaza del Trigo deja buen sabor de boca con Polock y Siloé, promesa del indie del que muchos dudan y al que otros aplauden. Tras ellos, Miss Caffeina fueron sorpresa enloqueciendo aún más el escenario más mítico y caluroso de los doce que se han dispuesto este año.
Si la mañana promete, Quique González y los Detectives no defraudan al caer la noche. Remata Ángel Stanich con un dominio escénico que clava casi al milímetro. Entre el público, debates sobre cuál es el tema favorito de cada uno. No hay acuerdo.
El Dúo Dinámico abrió su cacareado show (previamente criticado en bares y tiendas de campaña) acompañados de Alberto Jiménez con un clásico: “Resistiré”. Buen comienzo que hizo las delicias de un público que oscilaba entre los dieciocho y los cien años. Un gustazo ver esa comunión de generaciones. Vocalmente ya no son lo que eran pero Ramón y Manolo se atrevieron incluso con el “La, la, la”. “El final del verano” tuvo el acompañamiento de lujo de una Eva Amaral deslumbrante.
Fuel Fandango, Belako y Triángulo de Amor Bizarro, tres patrios que han lanzado notables discos en los últimos meses, pusieron a los presentes brazos en alto. Cuesta saber qué banda ha crecido mejor. Preferimos quedarnos con todas.
Kula Shaker, capitaneados por un Crispian Mills de aspecto más californiano que nunca, llenaron de incienso las tablas para delicia de un público emocionado de tenerlos tan cerca. Tras ellos, el momento idóneo para Nudozurdo, que no defraudaron aunque la caída del sol favoreció su repertorio.
Lo de The Hives y su espectáculo monocromo es de otro mundo. Su ejecución es magistral y, hablando de performers, merecen la corona. Juego de luces sobresaliente y una banda como poco entregadísima que supo transmitir sus altas, altísimas pulsaciones. Como todo lo bueno de la vida, cuando parece que el nivel no puede subir más, sube. Los chicos de León Benavente encantaron de principio a fin. Su segundo larga duración es perfecto para escenarios como estos.
Aunque para muchos sea un recurso fácil y repetitivo, Love Of Lesbian cumplieron lo previsto: lleno total a pesar de no estar tan inspirados como otras veces presentando el que puede que sea uno de los álbumes más contundentes del grupo. Sería un error no mencionar el respeto por los turnos de los conciertos, que la organización salvó con bastante mano izquierda. Pero cuando toca coincidir en horario con Love Of Lesbian el ánimo puede complicarse. The Levitants afrontó el reto: comenzaron con aforo reducido, sacaron a las tablas a Javi Vielba (que también ofreció un espectáculo sobresaliente con Corizonas) y terminaron por todo lo alto con kilos y kilos de confetti que el público guardaba para un apoteósico final. Poco para un juego malabar de voz, teclados y batería que cumple y engancha.
El padrinazgo de esta edición ha venido de la mano de Alberto Jiménez, omnipresente en toda la edición. Su tercera aparición, con Miss Caffeina al completo presentando “Detroit”, es la definición gráfica de un verdadero llenapistas. No parece importar el poco espacio para bailar y las carencias vocales y estéticas del grupo. Lo cierto es que su setlist es contundente y sus fans, y los no tan fans, lo aprecian. Pienso en que hace veinte años no existía Sonorama Ribera y sí, se me cae una lágrima. Pero de emoción por saber qué nos depara el año que viene en su vigésimo aniversario. Y pensar que antes todo aquello era prado…

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