Aunque fue sin duda Reino Unido el culpable de la consolidación de esa tendencia. Primero con la aparición de Joss Stone y su “The Soul Sessions” (2003) y, sobre todo, con la llegada del torbellino Amy Winehouse y su segundo disco, “Back To Black” (06). A partir de ahí nos acostumbramos a recuperar a veteranos injustamente olvidados como Sharon Jones o James Hunter; a que músicos de rock como Mike Farris se convirtiera al “soulismo” y al gospel; o a la aparición de nuevas figuras ya entradas en años como Charles Bradley o Lee Fields. Vimos normal que el soul pudiera ser superventas con casos como el de Aloe Blacc. Y también, por qué no decirlo, nos acostumbramos al bastardismo. A la mezcla del soul con otros estilos (desde Ray Lamontagne hasta una lista que podría ser interminable) que han dado como resultado discos espléndidos y una lista de nombres que, en mayor o menor medida, deben ser tenidos en cuenta para entender todo lo que gira alrededor de la música negra del nuevo milenio. Hay country, hay blues, hay folk…pero como denominador común, en todos, en absolutamente todos, se encuentra la música del alma.
1.- Eli “Paperboy” Reed
Este tipo de Boston se convirtió en uno de los paladines del género cuando en 2008 publicó su segundo disco “Roll With You”. Le siguió un notable “Come And Get It” (08) y ahí pareció acabarse todo. Demasiado preocupado por el mainstream, en su último trabajo, parece haber perdido todo el crédito ganado. Algunos seguimos esperando que la cosa vuelva por sus fueros pero cada vez es más difícil mantener la confianza. Una lástima, aunque está a tiempo.
2.- Nathaniel Rateliff & The Night Sweats
Una de las sensaciones de la temporada. Sorpresa mayúscula si nos atenemos a los discos anteriores del de Denver, orientados hacia el folk. En su nuevo trabajo, publicado este mismo año, Nathaniel se acompaña de un nutrido número de excelentes músicos y factura un disco que supura soul por los cuatro costados. Lo hace, además, intentando dotar de una originalidad de la que a menudo carece el género gracias a su mezcla de estilos.
3.- Leon Bridges
El otro gran nombre del año es el de Leon Bridges. Encumbrado por buena parte de la prensa no hay duda de lo impecable de su propuesta. Todo está pensado al detalle y todo es perfecto, exactamente como un disco de los sesenta, y quizá ahí esté el gran problema. Para eso ya tenemos los viejos discos de Sam Cooke o Otis Redding, por lo que cabe pedirle que se abstenga de la clonación y se deje llevar. Quizá así ganemos un nombre grande. Madera le sobra.
4.- Vintage Trouble
Algunos no tardaron en ensalzar a Vintage Trouble como la mezcla perfecta entre el soul y el rock. Podrían serlo, pero no lo acaban de confirmar. Su pericia instrumental es indudable y el carisma de su frontman también, pero ¡ay amigos! les falta lo esencial: canciones. El día que dejen de preocuparse de temas secundarios y se pongan a componer nos encontraremos con algo muy destacable. Seguro.
5.- Eric Lindell
Nacido en San Mateo (California), aunque reubicado en Nueva Orleans, este guitarrista de blues tiene alma de soulman. Tatuado hasta las cejas, Lindell es uno de los grandes secretos del género. Con apenas cuarenta y cinco años su discografía supera la docena de trabajos y su voz se me antoja perfecta para un estilo que domina como pocos.
6.- Curtis Harding
Curtis Harding es el respeto por la tradición. Su música es humeante, densa y, por supuesto, rítmica. Con “Soul Power” (2014) dio un puñetazo encima de la mesa para que su nombre conste en todas las quinielas de lo mejor del género. Y lo consiguió. Saliéndose de corsés innecesarios y creando un personaje híbrido entre Curtis Mayfield, James Brown y Smokey Robinson.
7.- Grace Potter
Junto a The Nocturnals, Grace Potter fue anunciada como la nueva sensación del soul-rock cuando debutó con un álbum llamado simplemente “Original Soul” (04). En 2010, con un disco de título homónimo consigue su momento de máximo auge mediático pero, a partir de ahí se diluye como un azucarillo hasta llegar a su incomprensible y difícilmente digerible último disco, “Midnight” (15).
8.- Danny & The Champions Of The World
Grand Drive fue un gran grupo, una de esas bandas que calan profundamente en sus seguidores. Y sus herederos directos, por la presencia del enorme Danny George Wilson, son Danny & The Champions Of The World. Si el grupo siempre ha sido una delicia country-folk con claras tendencias soul, en su último álbum “What Kind Of Love” la cosa se ha acentuado. Sublimes.
9.- Anderson East
Uno de esos secretos que a todos nos gusta poseer en el mundo de la música pero que tiene pinta de dejar de serlo en breve. Nacido en la eterna cantera que es Athens, Alabama, titula su tercer disco “Delilah” (2015) en honor a Tom Jones, uno de sus grandes ídolos. Elektra se ha apresurado en ficharlo porque es un diamante al que poco le queda por pulir.
10.- Jessica Hernandez & The Deltas
Nacida en Detroit, Jessica Hernandez recuerda y mucho a Amy Winehouse. Imagen particular y espléndida capacidad vocal son sus principales armas. Su música se mueve entre el pop y lo que ella llama dark soul. Solo hay que comprobar su único larga duración, “Secret Evil” (14) para caer rendido a su propuesta.
11.- You Me & Apollo
Histriónicos hasta la saciedad debido a la curiosa voz de su líder, Brent Cowles, lo suyo es un curioso compendio de diversos estilos que les llevan a entrar tanto en las listas de indie-folk como en las de soul, por supuesto. Solo tienen un disco en el mercado, pero ya estamos esperando para ver si superan la siempre difícil prueba del segundo álbum.
12.- St. Paul & The Broken Bones
Paul Janeway, con su pinta de Truman Capote bailón, es el líder indiscutible de otra banda que proviene de Alabama y que apuesta por el soul como seña de identidad. Ellos son más puros, y se juegan al directo todas sus cartas. Salen vencedores, cosa que refrenda su álbum, “Half The City” (2014).
13.- Michael Kiwanuka
Entró en escena como un huracán, pero últimamente la música de este británico destinado a ocupar muchas portadas en la prensa especializada parece haber perdido presencia en los noticiarios. El último en apostar por él fue Jack White publicándole un siete pulgadas el año pasado en su discográfica, Third Man Records.
14.- Bhi Bhiman
Lo suyo siempre había sido el folk más puro, pero su último disco, “Rhythm & Reason” es puro góspel-soul acústico. Sin duda un acicate para una carrera que amenazaba con caer en la desidia con demasiada velocidad.
15.- Alabama Shakes
Una de cal y otra de arena. “Boys & Girls” (12) puso a todo el mundo de acuerdo. Su mezcla de rock sureño y soul había llegado para comerse el mundo, y el carisma de su cantante, Brittany Howard, ponía a la guinda a esa sensación. En cambio “Sound & Color” (15) no consigue esa unanimidad. Un disco más atrevido y experimental que parece haberse dejado “algo” por el camino.
16.- Sven Hammond
Vienen de Holanda y están en activo desde 2007, pero lo suyo no parece acabar de arrancar. Servidor pudo verlos en la pasada edición del Azkena Rock Festival y aunque su show fue aceptable, por encima de todo siempre recorrió la sensación de que faltaba una nueva vuelta de tuerca.
17.- Nick Waterhouse
Este gafotas clon de Buddy Holly es una de las grandes esperanzas (o quizá ya realidad) del soul blanco. En su segundo elepé tras “Time’s All Gone” (2012), publicado bajo el título de “Holly” en 2014 pareció bajar ligeramente el listón, aunque veremos como acaba la cosa.
18.- Mayer Hawthorne
Otro que tira de gafas como imagen, aunque en su caso, y a diferencia de Waterhouse, se adentra en terrenos como el hip hop que no acaban de convencer a los puristas. Demasiado indefinido aún para poder ser tomado en serio, es otro artista que está por madurar.
19.- Myles Sanko
Originario de Ghana, con madre francesa y afincado en Gran Bretaña, Sanko tiene claro que el soul no es una cuestión de nacionalidades sino de "entender lo que significa". Con Marvin Gaye y Bill Whithers como máximas referencias, su clase se confirmó en su primer larga duración: “Forever Dreaming”.
20.- Ben L'Oncle Soul
Benjamin Duterre es la persona que se esconde detrás de este particular alter ego y viene de la vecina Francia. En 2008, Motown queda prendada de su versión del “Seven Nation Army” de The White Stripes cosa que le lleva a editar un EP con versiones soul de temas de Pink Martini o las Spice Girls. A partir de ahí su propuesta ha subido como la espuma convirtiéndose en el gran nombre del soul por encima de los Pirineos.
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