Ricky Falkner nos descubre sus discos favoritos
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Ricky Falkner nos descubre sus discos favoritos

Redacción — 29-07-2013
Fotografía — Noemí Elias

Egon Soda formarán parte del cartel del Sonorama o el Altaveu+

Ricky Falkner es uno de los productores más prestigiosos de la actualidad indie de nuestro país. Por sus manos han pasado infinidad de artistas ya consolidados o en crecimiento, pero además forma parte de Standstill y de Egon Soda, su banda original, con quienes ha publicado el doble álbum “El hambre, el enfado y la respuesta” (Naïve, 13).

Ahora, aprovechando que la banda formará parte de los carteles de festivales como el Sonorama o el Altaveu, le preguntamos por sus seis discos favoritos.

Joe Cocker “Mad Dog & Englishmen” (1970)

Desde muy pequeño, por influencia paterna escuché mucho los primeros discos de Joe Cocker. Ahora, si me imagino tocando en el paraíso tiene que parecerse mucho a estar encima de los escenarios de esta gira, su primera por Estados Unidos. Él en su mejor momento y jaleando a una banda desenfrenada que suena a juerga descomunal. Rock y soul del bueno y todo dirigido por el gran Leon Russell. Me marcó de muy niño y ha reaparecido para iluminarme últimamente, así que cierro un ciclo.

The Black Crowes “The Southern Harmony And Musical Companion” (1992)

Con catorce años y cuando estaba empezando a tocar me pilló la salida de este disco , junto “Mama Said” de Lenny Kravitz, y de los dos aprendí infinidad de cosas. Todavía me reconozco en ellos tocando. Recuerdo fascinado ver en loop el videoclip de "Remedy" y hacer playbacks subido a la cama de "Sometimes Salvation". Los Crowes son un gran ejemplo de fidelidad musical y de buen gusto y para mí fue esencial descubrirlos con este disco.

The Cure “Pornography” (1982)

The Cure fueron, con diferencia, el gran grupo de mi adolescencia, después de pasar horas y horas desgranando su discografía como si fuesen el único grupo que existe en el mundo decidí que “Pornography” era mi disco favorito. El equilibrio prefecto de oscuridad ochentera, letras torturadas y temazos grabados seguramente pasados de anfetaminas hacen de él un disco redondísimo, sin peros. La única pega es haber tenido cuatro años cuando salieron de gira a presentarlo.


Blur “Parklife”
(1994)

Para salir de la bruma de The Cure me vino muy bien hacerme con una copia de “Parklife”. Con él caí, como casi todo el mundo, en las garras de la música inglesa de los noventa, de ahí hasta la explosión cegadora de "Ok Computer". Aun así en “Parklife” aparecen los mejores Blur, con una colección de temas indiscutible y rindiendo homenaje a lo mejor de Gran Bretaña.

Elliott Smith “Either/Or” (1997)

Tanto este disco como los dos siguientes marcaron mucho una época de mi vida, seguramente “Either/Or” fue el que más escuché. Me alucina la manera en la transforma sus canciones de pop sofisticado y complejo en algo que parece tan sencillo y sutil. Oigo en sus discos mil influencias y, a la vez, es inimitable. Especialmente en este disco, que tiene un sonido tan primitivo y que contiene algunas de sus mejores canciones. Sé que sus discos siempre sonarán en mi casa.

Midlake “The Trials Of Van Ocupanther” (2006)

Puestos a escoger un disco más reciente me quedo con el segundo de Midlake por la manera en que nos deslumbró a mí y a todos los de mi alrededor. Hemos reído, llorado, celebrado y visto salir el sol con este disco infinidad de veces. Es inagotable. No podría quitar ninguna canción y el grandísimo gusto con el que está compuesto y grabado lo convierte en un nuevo referente.


2 comentarios
  1. Pues vaya mierda de selección joer...

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