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Estrenamos el primer disco de Buena Esperanza

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Redacción — 09-09-2013
Fotografía — Redacción

"Pacifica" se publica oficialmente la próxima semana vía Gran Derby Records

El primer disco de Buena Esperanza ha sido largamente esperado, en primer lugar porque mucho ha llovido desde que los madrileños se estrenaran con el estupendo diez pulgadas homónimo publicado hace ya tres años, y también porque desde que se registró en agosto del 2012 han sido numerosos los retrasos en el lanzamiento.

Pero finalmente ya están aquí estas diez canciones con inequívoco sabor a Washington DC y que Jero, Miguel y Pepo (ex The Secret Society) grabaron con la ayuda del líder de Jawbox, Jay Robbins. Escúchalas a continuación de la mano del comentario track by track del cantante y guitarra de la banda, Jerónimo Martín.

1. "El arresto"

Decidimos abrir el disco con esta canción por ser una de las últimas que escribimos antes de grabar y por ese punto disonante en la entrada. Nos gustó la idea de empezar un poco oscuros antes de que nos delatara el estribillo, al que Jay añadió una línea de guitarra que anuncia la melodía y unas backing vocals que nos ponen los pelos como escarpias. Es una canción oscura porque habla de lo cerca que vivimos del desastre absoluto. Nuestra generación tiene problemas serios pero no vivió ninguna de las pesadillas del siglo XX. En este caso, la que se narra de manera asombrosa en el primer volumen de "Archipiélago Gulag".

2. "Inversores perdiendo fe"
Quizá la canción que mejor define el disco, por su tempo y su estribillo y su salida. Una vez que me quedé atrapado en las notas de entrada la canción vino sola en los ensayos. Los matices de Jay –teclados, voces y percusión- y la mezcla hacen que suba más de lo esperado por todos. Quiere ser una canción de esperanza ante esta gran depresión, inspirada por un acojonante cuadro de Edward Hopper que trajeron a Madrid.

3. "La diagonal"

La canción más pop de nuestra extensa discografía gracias al misterioso efecto que suelen provocar las cejillas. Con dos acordes empecé a escucharla hasta que el estribillo confirmó que estaba metido en una canción directa y “fácil”. A pesar de eso, tardamos en ajustar el ritmo del estribillo. Jay acompaña la canción con teclado incluso hasta esa salida muy de nuestros primeros días, a dos voces. La diagonal es una vía inteligente. Canción sobre la frustración, el amor y las excusas que nos protegen a veces.

4. "Tiralíneas"

No estaba llamada al disco por ser una de las canciones más antiguas que tenemos. Pero se grabó y es un pequeño clásico para nosotros. Es justo que esté ahí. Canción directa, sin estribillo, que se sostiene sobre una sola nota, inspirada en la magia de las buenas fotografías.

5. "La tierra tiembla"

El final de un secreto es un momento delicado, para bien o para mal, de eso habla esta canción. En este caso, para bien. Tiene muchas curvas y acaba muy arriba, pero las estrofas son delicadas. Ese contraste es lo que más nos gusta de la canción. Pepo se vuelve loco tocándola y además grabó unas segundas voces muy chulas.


6. "Hermanas"

La canción más melancólica del disco. El riff de entrada salió de algún cajón de The Secret Society y tardamos bastante en montarla. Le añadimos drama después de la primera estrofa por si acaso no era suficiente, así somos o así éramos. El desenlace de la canción llegó muy a última hora, con una frase que sacó Pepo y sobre la que se añadieron más guitarras hasta un final sin prisas. Ahora que han vuelto por aquí los Built To Spill, en ese plan.

7. "Noche sin fin"

Ahora que han vuelto los Nueva Vulcano, pues en ese plan. Nació hace bastante tiempo con ese tipo de urgencia. Es el otro pequeño clásico que guardábamos en la manga, una canción con mucha vitamina y una calma en medio de la que solemos disfrutar en directo sin disimulo. De nuevo se busca alivio a la frustración de saber que no conseguiremos algunas cosas que deseamos.


8. "Un futuro arquitecto"

La obsesión (y la envidia) por el arte de la arquitectura y su influencia en lo que vemos y lo que sentimos en todo momento. Esto de que los espacios nos condicionan. De nuevo se construyó sobre un acorde y un tempo con cierta influencia DC, aunque solemos tocarla más rápida últimamente. Miguel se quedó muy a gusto doblando voces en el estribillo y la parte final, en la que también intervino Jay, es de las más densas del disco. No se puede pedir más.

9. "Ciudad sin sal"

El bucle de esta canción también lo guardábamos desde hacía tiempo y cobró sentido con esa batería diferente. Hubo debate sobre el mejor tempo posible. A partir de ahí era muy sencillo dejarse llevar por la melodía y encima Jay grabó un matiz chulísimo en las estrofas. Un día decidimos salir del círculo con un estribillo nada arriesgado pero que cantamos a pulmón. La relación de amor-odio con Madrid marca una canción que también habla de nostalgia. Y por supuesto, de amor.


10. "Pacifica"

Quizá la canción más especial para nosotros. No le damos a las drogas, pero apareció en un momento de relajación máxima, lejos de la tensión que solemos gastar. Fue un momento de paz que nada tiene que ver con el título. Concebida como canción instrumental, da nombre al disco y lo cierra por razones evidentes, con una guitarra adicional de Manel (Muerte y Destrucción) y con una frase de bajo que me vuelve loco. Pepo y Miguel siguen sin tener claro hoy cuántos golpes de bombo tiene la canción, pero cuando mi novia la escuchó dijo: “Por primera vez parecéis un grupo de verdad”. Y eso no tiene precio.

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