Jackwasfaster pregunta a Jamie 4 President…
Acabas de terminar la grabación del segundo disco, coméntanos un poco como ha sido el proceso, con quien has contado para ello… ¿Qué diferencias pueden encontrarse con el primero?
En junio de este año comenzamos con la aventura de la grabación de este segundo disco, cuando vimos que teníamos suficiente material para ello. Lo primero era elegir el estudio y el productor, y la ecuación resultante fue contar con Óscar de la Fuente (Fira Fem) para la producción del disco, teniendo en cuenta que además forma parte del proyecto (guitarras, sintes), queríamos conseguir una producción cuidada. Por otro lado decidimos grabarlo en Input Studios en Madrid, con Juan Pedro Mirando como técnico, un estudio cercano donde podríamos experimentar más en todos los sentidos. Además contamos con nuevo bajista, Daniel Crespo y de nuevo con Pablo González a la batería, ambos integrantes también de Fira Fem.
Hemos conseguido con este disco un sonido más directo, personal y arriesgado en cuanto a producción, un disco más contemporáneo, con más curvas y picos, y a la vez redondo, al menos para nosotros, jejeje.
Al escuchar tu primer disco noté cierto poso 80’s UK y 90’s USA. ¿Crees posible desarrollar un discurso nuevo en este punto de evolución musical? ¿Das importancia a la contemporaneidad en tu música, o prefieres trabajar de forma “aislada” a la modernidad? ¿Crees que estamos de alguna forma abocados a la “retromanía”, a revisitar momentos pasados de la música, o aún nos queda camino por andar?
Es complicado en estos tiempos hacer algo cien por cien innovador pero sí quizá conseguir algo con personalidad propia y relevancia y creemos haberlo conseguido en este segundo disco. La contemporaneidad no es lo más importante a la hora de crear pero tampoco vemos decantarnos por una banda descaradamente retro, preferimos los discos “atemporales”, aunque no sea algo fácil de conseguir. En definitiva, desarrollar un discurso interesante que no sea un burda copia de algo ya hecho debe, al menos, ser posible.
Al tratarse de un proyecto personal, ¿hasta qué punto tienes los temas “cerrados” en la cabeza antes de llevarlos al local? ¿Qué margen creativo cedes a tus colaboradores?
En el primer disco los temas ya estaban más cerrados desde el principio y se volcaron en el estudio. En este caso hemos tomado como punto de partida el paso de la composición a la pre-producción, donde los temas se han visto transformados, intentando explotar al máximo lo mejor de la composición y buscar un disco original pero con una línea clara, y a la vez darle más cancha a la banda. El resultado nos ha parecido muy interesante.
¿Cuál piensas que es el lugar y momento idóneo para escuchar tu música? Tanto el disco como el directo…
Hmmm… creo que el disco se disfrutaría escuchándolo en casa con amigos tomando algo o en una primera cita también funcionaria, para romper el hielo o para acabar la noche dándolo todo. Es un disco que puede entrar bien en cualquier lugar, bueno quizás no en la cárcel jajaja. El directo lo imaginamos en una sala con un buen sonido y un público entregado a la causa, suficiente.
¿Qué planes tienes tras la grabación? Conciertos, etc.
Estamos realmente ilusionados con el nuevo disco que tenemos bajo el brazo, y vamos a buscar la manera de darle salida cuanto antes, confiamos en que ocurra. De momento seguiremos con nuestros directos y estrenamos todos estos temas el día 8 de Noviembre dentro de la programación de Sound Isidro en Madrid.
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Jamie 4 President preguntan a Jackwasfaster…
¿Es este proyecto el resultado de querer hacer lo que te venga en gana musicalmente, al margen de opiniones de compañeros de grupo y del “opinionismo” general?
Ummm… podría ser. Realmente el proyecto es resultado de mi progresivo acercamiento hacia la música electrónica de baile. Comencé a pinchar y el siguiente paso natural para mí fue empezar a producir. La sensación de trabajar sólo, de tomar decisiones sin someterlas a debate o aprobación resulta liberadora en ocasiones, y disfruto teniendo una parcela propia así. Pero todo desde un punto de vista creativo y gratificante, para nada revanchista en plan “ahora voy a hacer lo que quiero”. Estoy sumamente a gusto con la gente con la que trabajo en Fira Fem y disfruto de los procesos compositivos “grupales”. Pero aquí puedo explayarme y regodearme en mis pequeños placeres personales: minutaje generoso, loops repetitivos con pequeñas variaciones, sensación de viaje y demás.
¿Qué opinas de los “shows” de electrónica actuales? ¿Te parecen honestos? ¿Dónde está el filo, si es que lo hay, entre un DJ set y un live de electrónica?
Creo que depende del fin que se persiga y el contexto en el que se muestre la propuesta. Lo que me parece es que, salvo algunas excepciones, el uso de hardware permite una interpretación más dinámica y cercana a lo que consideramos tradicionalmente un directo. Genius Of Time son un gran ejemplo de ello. De todas formas, no deberíamos cuantificar la honestidad en función de los medios empleados (Four Tet ofrece una propuesta súper interesante con dos laptops en el escenario). Quizás la palabra “live” es un poco rimbombante para referirse a un show en el que alguien está disparando loops de sus propios temas usando un laptop y un controlador, y está más cerca de un set de DJ que de un concierto… pero bueno, de momento es lo que hago yo también, así que no voy a vilipendiarlo demasiado.
¿A dónde te gustaría llevar este proyecto? ¿Cuáles son tus planes a corto medio plazo?
Estoy trabajando en varias remezclas que tengo que entregar en breve. También unos cuantos temas que empezaré a mover, con idea de editarlos en algún sello de sonoridad afín. Mi idea es abrirme hueco y conseguir una posición sólida dentro de la escena electrónica. Ni más ni menos.
¿No has pensado rodearte de músicos para darle más “soul” a los directos?
Sí, lo valoré y de hecho he tenido la suerte de contar con Josephine (Nimio) para interpretar un remix que hice de un tema suyo. Fue una colaboración liviana y bastante fácil de materializar, puede que algo similar se repita en el futuro. Pero una cosa más permanente por así decirlo no lo contemplo. Mis esfuerzos en cuanto a la puesta en directo van enfocados a incluir más elementos hardware en mi set up. Creo que esto añadirá algo de soul a la propuesta, no tanto desde luego como un humano. Pero prefiero no perder la flexibilidad, control e independencia que tengo ahora mismo respecto al hecho de incluir otra persona en el grupo, que vendrá acompañada de sus opiniones, sus compromisos y demás, con las que no tengo por el momento intención de lidiar. Pero de buen rollo, eh.
Nos da un poco de grima este debate entre lo digital y lo analógico, dinos la verdad, ¿lo analógico son los padres a que sí?
Hay parte de snobismo y parte de verdad en esto. Mi experiencia personal es que hay un “algo” especial al trabajar con cacharros analógicos. Aunque creo que la principal diferencia está en el uso de hardware frente a trabajar sólo con computer. No es lo mismo programar un beat en un secuenciador de una drum machine y toquetear los parámetros que andar pintando notas en el grid de Ableton. La inspiración no es la misma… y todo eso de alguna forma influye en el resultado. Por otro lado, el “problema”, si es que hay alguno, no son los sintes digitales (el Yamaha DX7 es digital, por ejemplo, y es un standard que se ha usado y sigue usándose en multitud de producciones), sino los emuladores, VSTs y demás. Yo quiero sintes software que suenen a algo que no haya escuchado nunca, que aprovechen todas las posibilidades de procesado digital de la señal, no una imitación de un Moog o un Juno con sonido plasticoso, como sucede a veces en el mundo de los sintes virtuales. En mi caso uso una combinación de ambos mundos, parte por simplicidad y operatividad y parte por limitaciones logísticas. Hay que ser práctico, terminar las cosas y no caer en integrismos, que son un poco coñazo.
Sabemos que tienes un pasado oscuro mas guitarrero, ¿Si hubo un momento claro de “iluminación” en cuanto a la música electrónica cual fue?
He pasado (como todos) por diferentes fases musicales. Con el tiempo me acaba cansando y necesitaba “comida nueva”… aunque siempre he ido atesorando lo más gratificante de cada fase. Quizás por eso la renovación constante dentro de la electrónica me fascina. Eso y el concepto de “textura”. Las posibilidades sonoras trabajando con samplers y sintes son casi ilimitadas… una melodía que no me diría nada tocada en una guitarra, con el sonido adecuado de sinte puede ser el hook para un nuevo tema. El hecho de trabajar con estructuras cíclicas, con bpm prefijados y siempre a 4/4 y conseguir decir algo interesante autoimponiéndose estas restricciones me resulta sumamente motivador. Supongo que mi “iluminación” en cuanto a música electrónica de baile viene de mis primeras escuchas y mis primeras fiestas a principios/mediados de los 2000's, de artistas de sellos como Kompakt o Border Community. Y quizás un punto de inflexión remarcable fue ver (y bailar) un DJ set inspiradísimo de Ewan Pearson, a mediados de la década pasada.
¿En tu opinión qué ciudad es el epicentro de la electrónica actual? ¿Cambiaras algún día tu Madrid natal por él?
Berlín parece el lugar donde todos quieren ir ¿no? Pero hay propuestas muy interesantes en cualquier lugar. Por ejemplo, esta tendencia revisionista del new beat/EBM está tan presente en Francia como en México o UK, las sonoridades no están vinculadas de forma férrea a un emplazamiento como ocurría anteriormente y hay más permeabilidad. Por tanto, en cuanto a productores la localización no es tan relevante. Si hablamos de clubs y programación, la cosa cambia.
Madrid por suerte está vivo, gracias a colectivos/clubs/sellos como Post, Holy Dubs, Bourbaki (con los que colaboraba hasta hace poco), Sport, Soulles Lab, Rotten City, Downbeat, Groove Democracy, Sagan… ¿Qué falta? Pues como en todo lo referido a propuestas culturales: espacios que reúnan las condiciones necesarias para montar eventos con cartel arriesgado y público que se salga un poco de la corriente mayoritaria.
JackWasFaster. ¿Mas rápido que qué? ¿Que quién?
Desde que empecé a pinchar, siempre he sido de tempos reposados. Creo que nunca subo de 120 bpm y, si puedo, me gusta mantener las sesiones por debajo de 110. Se puede incendiar una pista a esa velocidad, que se lo pregunten a Weatherall. El nombre surgió un poco como una broma entre la gente con la que empecé a pinchar, por mi manía de mantener el tempo al ralentí. Mejor más lento, ¿no?
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