"Siempre me he desnudado en mis discos"

A más de uno le habrá dado un vuelco al corazón al conocer que en su tercer álbum Lourdes Hernández iba a saldar cuentas con los hombres de su vida. “Agente Cooper” (Octubre/Sony, 2014) es también el disco californiano de Russian Red y aquel con el que la madrileña pretende asentarse como artista global.

¿La has dado muchas vueltas a lo que te apetece contar en las entrevistas de “Agente Cooper”?

Pues la verdad es que no. Me apetece muchísimo hablar de este disco y de todo lo que lo envuelve, no solamente de la música. Ya me conoces, que cuando me pongo a hablar no paro…


Pues empieza por contarme qué fue lo que te llevó a tomar la decisión de irte a Los Angeles.

Llegó un momento en que llegué a la conclusión de que tenía que cambiar cosas en el aspecto personal y la única forma era marcharme de Madrid. Tenía la sensación de que aquí me había estancado en muchos aspectos y toda mi vida me había hecho ilusión irme a vivir a EEUU, a pesar de que a priori no tenía especial predilección por Los Angeles, había otras ciudades que me atraían más. Pero parecía que esa era la ciudad en la que tenía más sentido instalarme porque ya había decidido que Joe Chiccarelli iba a ser el productor del disco y él vive allí. Mudarme a Los Angeles me permitía ir trabajando con Joe a ratos, lo que condicionó la grabación del disco, que se realizó en tres momentos diferentes.


¿Es muy diferente el método de Chiccarelli y el de Tony Doogan, productor de “Fuerteventura”?

Sí, aunque ambos son muy metódicos y muy buenos en lo suyo. Con Tony se desarrolló una relación de amistad, casi se puede decir que vivimos juntos en el estudio durante varias semanas. La relación con Joe es mucho más profesional y él tiene muy claro lo que busca. Aunque curiosamente desarrollamos un método de trabajo que no era el habitual en su caso y que disfrutó mucho: yo le iba contando lo que representaba cada tema para mí y le describía imágenes de lo que quería para determinados arreglos y a partir de ahí él buscaba soluciones técnicas y musicales.

Si algo destaca en “Agente Cooper” a nivel sonoro es la apuesta por canciones más eléctricas y guitarreras. Entiendo que es una consecuencia del formato trío que adoptaste en la última vuelta de la gira de “Fuerteventura”.

En realidad hubo un momento concreto en que decidí llevar la banda por ese terreno más guitarrero, que fue a raíz de ver a Low en directo. Me impactó mucho.

Es curioso porque no encuentro muchos rastros de su intensidad en ese disco que es mucho más, por decirlo de algún modo, uptempo…

Su intensidad y su electricidad fue muy inspiradora, pero eso no quiere decir que yo haya intentado reproducir su música. Yo hago mis propias canciones, no me limito a reinterpretar las de otras bandas.

Sí, está claro. ¿Puedes hablarme del concepto alrededor del disco?

En líneas generales es mi propia historia a través de un alter ego que es el Agente Cooper y se narra mediante diez canciones sobre hombres y relaciones reales o imaginarias, desde antiguas parejas a famosos de los que estaba enamorada o incluso mi padre. La idea del Agente Cooper viene de hace unos años, cuando vi “Twin Peaks” por primera vez y me enamoré perdidamente del personaje. Así que él se convirtió de alguna forma en símbolo de todo lo que había idealizado en el terreno del amor y que no era posible alcanzar. Y eso es lo que en el fondo han sido las personas que aparecen en este disco, idealizaciones que en un momento dado dejaron de ser las personas de mis sueños y fueron dando paso a nuevas experiencias.

¿Y puedes ser más específica con las claves de algunas de las canciones del disco?

Arranca con “Michael P” que es una canción que musicalmente habíamos estado trabajando en el estudio. La misma noche tuve un sueño muy intenso con el que me desperté y prácticamente escribí la letra del tirón. Medio en broma medio en serio Juandi, que como sabrás es junto a Brian Hunt componente de la banda, me había dicho que cuál iba a ser su canción en el disco, así que le dediqué esta.

“John Michael” fue un primer amor de instituto que me hizo sufrir muchísimo, como sólo se sufre con quince años por un chico. Por eso es el tema que muestra de manera más explícita el lado rabioso de las relaciones.

“Stevie” hace referencia a Stevie Jackson (el músico de Belle & Sebastian) que tocó en “Fuerteventura”, me acompañó en varios conciertos y se convirtió en una especie de amor platónico para mí.
“Casper” no tiene nada que ver con el fantasma, que es algo por lo que mucha gente me pregunta, en realidad es la traslación al inglés de Gaspar. Es una de las más antiguas, en cierto modo una de las que fueron configurando el concepto del álbum y dio muchas vueltas antes de convertirse en lo que finalmente es.

“Alex T” es uno de esos temas en los que hago referencia a una relación imaginaria, Alex Turner, el líder de Arctic Monkeys. Relaciono su música con el momento en que decido irme a vivir a Los Angeles.

“Neruda (Luca)” tiene que ver con un grupo de gente que conocí en una gira por Chile y que al mismo tiempo me hizo interesarme mucho por la poesía de Pablo Neruda, que de algún modo inspira algunos versos de esta canción.

Y “Tim B” es un tema que yo consideraba que por fuerza debía entrar para cerrar “Agente Cooper”. Es un tema acústico, que surgió en el estudio en el momento de acabar la grabación y al mismo tiempo que se cerraba una relación, así que hay un elemento simbólico a la hora de incluirlo.

Si atendemos a las letras, en líneas generales las canciones tratan la cosa amorosa de manera bastante genérica.

Con la excepción de “Xavier”, que hace referencia a situaciones y momentos muy concretos. Es mi canción favorita del álbum y también la más oscura.

No sé si eres consciente de que, justo antes de tu marcha a Los Angeles, se te vinculó sentimentalmente durante un tiempo con un famoso futbolista y que su nombre da título a una de las canciones del disco…

No sé a quién te refieres. (Se lo digo) Estoy alucinando, para nada. No, no, en absoluto. De hecho esa canción se refiere a un chico que curiosamente vive justo ahí enfrente (la entrevista tiene lugar en el madrileño barrio de Chueca). Bueno, os vais a divertir un montón con todo esto ¿no?

No te creas. Cuando vi el título en el tracklist del álbum me sorprendió y hasta me causó cierta preocupación porque me parece casi obligado preguntarte por ello.

Pues no, no me estoy refiriendo a él.

¿Y Brian?

Había una canción para él, sí, pero al final se quedó fuera…

Cuando estoy ante este tipo de obras en la que el artista salda cuentas con alguna relación pasada siempre me acuerdo de aquella entrevista con Christina Rosenvinge al hilo de “Verano fatal” en la que le decía al periodista: “La canción para Ray (Loriga) todavía no está escrita”. ¿Te ha quedado a ti alguna canción pendiente de escribir en este disco?

(Piensa un rato). No , la verdad es que creo que no…

¿Y te has expuesto y desnudado en “Agente Cooper” más de lo que has hecho en tus anteriores discos?

No, porque yo siempre me he desnudado en mis discos, que en esencia siempre han tratado sobre mi vida y mis experiencias personales.

Hace un par de años al escribir sobre “Fuerteventura” lo defendí como un trabajo que trataba de las preocupaciones de una chavala de 24 años y clase acomodada que vivía en la gran ciudad. Unos años y bastantes experiencias más tarde, ¿a quién crees que refleja “Agente Cooper"?

Me pregunto si es una cuestión que te haces a propósito de todos los discos que escuchas…

Sobre aquellos que intento analizar con cierta profundidad, como es el caso.

(Con cierta ironía) ¡Ah! Pues me parece muy bien…

Y quien dice un disco dice una película o un libro, en los que más allá del argumento cabe preguntarse cuál es su mensaje último y quién se encuentra detrás de ese mensaje. En ocasiones sucede también que el discurso que el creador cree que está lanzando es distinto del que percibe la audiencia. Sí, sin duda es algo sobre lo que me parece importante reflexionar.

Es que ¿sabes? me da la impresión por las preguntas que me estás haciendo de que no te gusta nada el disco. Tengo incluso la sensación de que tienes cierta predisposición para que no te guste, como si al ser el tercero tocara cargárselo.

Bueno, sin duda es tu impresión porque no creo que me haya manifestado al respecto. Si quieres puedo hacerlo (tuerce el gesto con cara de no interesarle demasiado) pero en cualquier caso no sé si mi opinión es muy relevante en este momento. Esto es una entrevista y lo que le importa al lector es tu punto de vista...

Sí, sí, al igual que tú me has ido dando tus impresiones durante la entrevista yo te doy las mías sobre lo que interpreto de tus palabras. Pero voy a intentar responderte. A lo largo de mi carrera he ido componiendo canciones porque tengo una necesidad de comunicarme a través de la música. Y en mis tres discos el amor era el tema central porque es algo muy relevante en mi vida, del mismo modo que para otra persona toda su existencia gira alrededor de la religión, por ejemplo. He ido creciendo y madurando y este disco refleja precisamente eso, la persona que soy ahora mismo y cómo he superado determinadas cosas a partir de esas experiencias. ¿Te vale esto como respuesta?

Sí, perfecto. ¿Cuáles son tus expectativas con este disco?

Viajar por el mundo y conocer muchos lugares en los que nunca he estado y a los que pueda llegar con mi música, aunque, claro, soy consciente de que hay países inaccesibles. Desde el primer día tengo una relación de confianza que continúa con mi equipo de management y ahora mismo a eso se ha sumado un contrato de management internacional que espero que pueda abrir aún más puertas y servir para hacer giras más ambiciosas.

Creo que paralelamente al disco empezaste a grabar un documental sobre tu aterrizaje en Los Angeles y el proceso de grabación, ¿cierto?

Sí, es un proyecto que me propuso Diego Hurtado de Mendoza, con el que ya había grabado el videoclip de “Everyday Everynight”. Me lo propuso como una forma de documentar el momento que estaba viviendo, ese empezar una nueva vida en Los Angeles. Lo que pasa es que tiene un punto muy visual, no es un documental al uso, lo está grabando en Super 8 así que no tiene audio. Yo iré grabando mi voz en off con textos que he escrito durante los últimos meses. Y no tengo del todo claro cuando parar, porque tal vez el final del disco no sea el final de una etapa sino un paso más en un camino hacia no sé muy bien qué. En Sony pensaban presentarlo a festivales pero yo no lo tengo del todo claro. Habrá que ver lo que hacemos con él llegado el momento, ahora mismo es aún un proyecto abierto.

¿Y va a haber algún cambio en el concepto de directo y banda, como hubo a la mitad de la gira de “Fuerteventura”?

Para el directo se va a incorporar a uno de los músicos de la banda de Rufus Wainwright. Lo conocí de forma totalmente casual un día en Madrid, perdido por las calles buscando el Museo de El Prado. Al hablar con él me dijo que tocaba en una banda y que por qué no pasaba a verlos esa noche y ¡resultó que era el concierto de Rufus Wainwright! Pasó el tiempo y cuando ya estaba instalada en Los Angeles me lo encontré otra vez por casualidad en una fiesta. A raíz de eso nos hicimos amigos y cuando le comenté que me apetecía mucho formar una banda estable y que necesitaba a músicos él se ofreció. Además y de forma paralela tengo también un proyecto de pop electrónico con un músico de Los Angeles, que es algo que todavía está tomando forma…