El título del nuevo álbum de Maga no puede ser más descriptivo de lo que los sevillanos ofrecen en este quinto trabajo. Diez temas tensionados entre energía desbocada y poesía lírica. Un disco concebido para expandirlo sobre el escenario que es donde los sevillanos prácticamente lo han parido. Y es que entre la gira de su anterior trabajo “A la hora del sol” y sus colaboraciones con otros proyectos, sus artífices no han parado de tocar y esa inercia se nota en un trabajo que salta del escenario a la pecera del estudio. Con una producción en la que cada instrumento se puede palpar, por su dinámica viva y definida –las líneas de bajo te remueven durante toda la escucha-, Maga arrastran sus canciones hacia ritmos magnéticos, casi marciales, como “Hagamos cuentas” o “Ver de otra manera”. Canciones que se vienen arriba, siempre arriba, desde el principio como en “El ruido que me sigue siempre”, y que descarrilan en retorcidos solos de guitarra, de esos que hacen chasquear las cuerdas con la uña (“Tres segundos” o “Antorcha humana”). El álbum, grabado en los estudios Ultramarinos, de de Santi García, y producido a pachas con Ramón Rodríguez (The New Raemon), cierra con “En mi honor”, un tema que revolotea por ese mundo Maga hasta que entra en conflicto con esa pared sónica de la que hemos hablado. El resultado del combate, tablas.
impresionante disco....!!!