Uzzhuaïa siguen por buen camino, y, tras el salto experimentado con “Destino perdición”, un disco mayúsculo que mereció mejor suerte de la que al final tuvo, ahora le dan continuidad a aquella fórmula con otro disco de gran factura. Porque los valencianos han tenido un único problema durante su carrera: son muy hard-rockeros para quienes prefieren sonidos más clásicos y demasiados blandos para los que se posicionan ante propuestas más extremas. Han nadado durante mucho tiempo en tierra de nadie, pero eso no es culpa suya, sino una paradoja en si misma, cuando realmente ese sello tan propio debería haber sido un acicate para que el grupo llegue aún más lejos. En “13 veces por minuto” han añadido más matices a su música, perdiendo algo de esa espontaneidad de “Destino perdición”, mientras apuestan por crecer como músicos palpando otros sonidos. Y la prueba de esa ambición sería “Magnifico fracasado”, una canción en la que podemos escuchar varios de los registros que atesoran, desde las acústicas iniciales a un cambio de ritmo más eléctrico, o ese desenlace tan elegante en el tramo final con esos arreglos inesperados. O las melodías, el sonido del órgano y ese estribillo más directo en “La mala suerte”, un tema que tampoco tiene desperdicio, así como el riff poderoso en “Antes del amanecer”, o ese medio tiempo de buena traza y que es marca de la casa, “Ante la tempestad”.
Los he visto en directo y suenan mejor que en el cd. Mas hard-rockeros y mas duros. Simplemente geniales.